Algo que no esta bien

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Rin había sido invitada a un importante evento de la empresa de Gojo, la editorial en la que trabajaba su esposo. Aunque inicialmente había dudado en asistir debido a las tensiones recientes en su matrimonio, finalmente decidió que era una oportunidad para apoyar a Gojo y, al mismo tiempo, mantenerse al tanto de su mundo laboral.

El evento se llevaba a cabo en un elegante salón de un hotel de lujo, y Rin se sintió un poco abrumada por la cantidad de gente y la formalidad del lugar. Mientras recorría la sala de exposición de la editorial, notó a varias personas importantes del mundo editorial, incluidos autores y editores de renombre.

Sin embargo, lo que más la sorprendió fue encontrarse con Karan, la nueva ilustradora que Gojo había contratado. La joven artista estaba rodeada de admiradores que examinaban su trabajo y hacían preguntas sobre sus proyectos.

Rin se acercó con curiosidad y observó las impresionantes ilustraciones de Karan. La joven tenía un talento innegable para dar vida a los personajes y las historias con sus trazos. Además, su simpatía y carisma natural la hacían destacar entre la multitud.

Karan notó a Rin mirando su trabajo y se acercó con una sonrisa amable.

—Hola, ¿te gusta lo que ves?

Rin asintió, impresionada por la habilidad de Karan. —Sí, son increíbles tus ilustraciones. Trabaje en la misma editorial que tú, mi esposo es Gojo.

Karan parpadeó con sorpresa. —¡Oh, vaya! Es un honor conocer a la esposa de Gojo. Él ha sido muy amable conmigo desde que comencé a trabajar aquí.

Mientras hablaban, Rin no pudo evitar notar que Karan era encantadora y carismática, lo que generó una mezcla de emociones en su interior. Por un lado, estaba impresionada por el talento de la joven ilustradora y agradecida por la amabilidad que mostraba hacia su esposo. Por otro lado, comenzó a preguntarse si la relación de Gojo con Karan iba más allá de lo profesional, ya que notaba cierta tensión entre ellos.

Karan, por su parte, se sorprendió al ver a Rin en ese evento. No pudo evitar mirar a la mujer que tenía enfrente de arriba a abajo. A pesar de que creyó que la esposa de su jefe era mayor que ella, Rin lucía impresionantemente joven y conservaba una apariencia radiante. A pesar de los 24 años de Rin, aún mantenía su rostro juvenil y sus rasgos frescos. Karan, quien tenía dos años menos, no pudo evitar sentir cierta envidia. Rin tenía un cuerpo asombroso, incluso sus manos parecían delicadas con uñas largas y bien cuidadas. La envidia comenzó a aflorar en Karan. Además, notó que su forma de vestir difería mucho de la suya, ya que, a pesar de su juventud, Rin lucía impecable con una camisa y una falda ajustada. Parecía una ejecutiva, pero Karan entendió que eso estaba en consonancia con su estatus social como esposa del dueño de la editorial. Mientras intentaba ocultar su enojo, Karan mantuvo una sonrisa amable en el rostro.

El evento de la empresa de Gojo continuaba en pleno auge, y los asistentes seguían interactuando en el salón del hotel. Gojo, con su característica elegancia, se acercó a Rin, quien estaba conversando con algunas de las colegas de su esposo y ex compañeras de ella en el trabajo.

—Rin, déjame presentarte a algunos de mis colegas y amigos —dijo Gojo, con orgullo en su voz mientras abrazaba el brazo de su esposa.

Rin asintió y sonrió con amabilidad mientras Gojo la presentaba a varios colegas destacados. Mientras tanto, Karan, quien observaba la escena desde lejos, no pudo evitar sentir una creciente molestia.

A pesar de que Karan era una profesional talentosa, se sentía incómoda al ver a Rin en el centro de atención de Gojo y su círculo social.

La incomodidad de Karan aumentó cuando Gojo presentó a Rin a un autor de renombre y a un influyente editor, quienes se mostraron encantados de conocerla. Karan sentía cómo crecía su envidia y su deseo de destacar en el mundo de la editorial.

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