1.
La primera vez que sucedió, Taehyung tenía dieciséis años.
Era un martes cualquiera de octubre por la noche, y Nueva York se aferraba a los últimos vestigios del verano a duras penas. Bueno, eso, o era otro supervillano que andaba suelto por las alcantarillas, haciendo saltar el interruptor y sumiendo a todo el edificio, vecindario y distrito entero en una oscuridad total por sobre la desafortunada ola de calor azotando a la ciudad.
(—Esos no son supervillanos, Taehyung —solía decirle su padre a cada que escuchaba sus teorías acerca de los apagones—. Sólo son delincuentes comunes con demasiado poder, porque la policía no está equipada ni siquiera para limpiarles el culo, ni mucho menos para hacer su maldito trabajo.
—En realidad, el Daily Bugle dice que...
—El Daily Bugle es un montón de porquería; eso lo sabemos todos.)
Sí, bueno. Ajá. Allí era donde solía acabar la conversación, y era también cuando su madre intervenía para hablar de su turno de noche en el hospital, dejando el tema zanjado hasta la próxima vez.
En la escuela, sin embargo, los amigos de Taehyung solían estar de acuerdo con eso de los "supervillanos", así como era natural que el tema de los superhéroes siguiera el hilo de la conversación.
Quizá era él quien empujaba el asunto, pero qué más da. Es lo mismo, porque de alguna manera u otra, siempre terminaban hablando de él.
Spider-Man.
Hasta donde sabe Taehyung, él sólo ha estado aquí por pocos meses; quizá unos tres, pero no más que eso, y sólo durante estas últimas semanas es que ha estado aventurándose fuera de Queens, finalmente ganándose la atención del querido "montón de porquería" de periódico que su padre odia pero sigue comprando todas las mañanas para leer durante el largo trayecto hasta el centro de Manhattan.
Había sido justo allí, en esa especie de pozo negro que todo neoyorquino auténtico intenta evitar como si fuera la plaga (el mismísimo Taehyung había aprendido antes de siquiera balbucear ma-má o pa-pá que era mejor que no le pillaran muerto en el Times Square), que Spider-Man impidió que un tipo armado asaltara a una familia de turistas alemanes.
Alguien—con la calidad propia de un maldito microondas, déjame decirte—había logrado tomar una foto con su teléfono al mismo tiempo que un hombre con capucha roja, pantalón de chándal azul y pasamontañas puestos se columpiaba en el aire para quitarle al atracador la pistola de las manos. Un espectáculo, ciertamente, pero aún así a Taehyung le gustaba muchísimo más la segunda foto que alcanzaron a tomarle: Spider-Man frenando en el medio de la escena para chocar los cinco con los niños que se encontraban allí, mirándole desde abajo boquiabiertos.
Taehyung le había visto una vez, mientras iba en metro. Estaban volviendo a casa, su padre desde el trabajo y él desde el instituto, y recordaba haber tirado frenéticamente de la manga del mayor cuando vio aquel borrón rojo y azul del que los niños tanto hablaban en la cafetería de la escuela. Papá había volteado a ver demasiado tarde (absorto en las columnas del Daily Bugle que no había alcanzado a leer esa mañana), y le había dicho que dejara de tener una imaginación tan vívida si es que realmente quería ser un doctor cuando grande.
Así que, tan rápido como todo aquello había sucedido, Taehyung se resignó al hecho de que quizá sí se había imaginado a Spider-Man, y su vida continuó con su rumbo usual sin más problemas.
Esta noche, sin embargo, no había manera de que se lo hubiera imaginado.
—¡Taehyung, cariño! ¡Cierra la ventana!
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DNA ✧ KOOKV
FanfictionDNA (none of this is a coincidence): La complicada historia acerca de la aún más complicada relación entre Taehyung, un científico de la compañía de investigación Ditko, y Jeongguk, su nuevo asistente de trabajo (y tu amigo y vecino Spider-Man). DNA...