𝕆𝕁𝕆𝕊 𝕀ℕℂ𝔸ℕ𝔻𝔼ℂ𝔼ℕ𝕋𝔼𝕊 || 𝒐𝒏𝒆 𝒑𝒊𝒆𝒄𝒆 ||

𝟏𝟕: 𝑽𝒊𝒈𝒊𝒍𝒂𝒅𝒐(𝒔)

—Perdió mucha sangre — El médico exterioriza su preocupación.

—Déjalo morir. — Dice uno de los reclutas.

— Menudo idiota eres — Comenta con obviedad Luscinda, su insistencia hizo que pudiera quedarse—. Se supone que debe ser ejecutado, no muerto por pérdida de sangre.

— Será ejecutado— Dicta Sengoku—, dejarlo morir por una estupidez sin que el mundo vea caer al famoso puño de fuego es insultante para la marina.

Luscinda se le forma una línea en su boca al oír los siguientes insultos. Solo quieren que el mundo se entere del lazo sanguíneo entre Ace y Roger, para así ejecutarlo y quedar como los victoriosos.

— Tch — Luscinda chasquea la lengua, sólo Sengoku pudo ver y oír su molestia, puesto que los otros están más ocupados en mantener al criminal vivo.

— Bien — Comenta el doctor —, su sangre es de tipo s, ¿Quién será el donador?

— ¿Yo?... — Alza la mano Luscinda — Si mi sangre es s, quiero donar.

—¿Porqué? — Cuestiona uno de los marines, Sengoku ya sospecha de la muchacha.

—Por que... ¿No puedo? No me voy a desangrar por donar, además, quiero verlo vivo un tiempo más... se me hace guapo.

Los marines presentes no pueden creer lo que acaban de oír... ¿Guapo?

¿Le donaba sangre por encontrarlo atractivo?

Puño de fuego recupera lentamente la conciencia, dándole una gran dolor de cabeza. Cierra y abre sus ojos debido a la desorientación y mareo prolongado.
Enfocando mejor su vista, observa su entorno, es un lugar pulcro, muy aseado y con olor a fármacos.

— ¿Qué? — Murmura.

— Shh — Silencia la marine, el prisionero nota que hay algunos médicos en los alrededores —, fuiste envenenado y están buscando la cura.

¡Es ella!

— ¡¿No lo hiciste tú?! — le regaña con murmullos puño de fuego, realmente molesto — Me clavaste

Pero no le deja terminar, debido a que Luscinda le tapa con sábana hasta los ojos. Ace está por reclamarle de nuevo, sin embargo...

— Buscaremos lo que casi lo mató — Menciona uno de los guardias— Sengoku no quiere que muera por una pequeñez como un sangrado...

—Singiki ni quiri — Se burla Luscinda, creando un tenso ambiente entre los marines y los médicos.

— Más respeto, criminal.

— Respeto mis hue-

— Por favor— Pide el médico cabecera — No quiero ese tipo de escándalos, este es un centro médico, no un bar de cuarta.

— Se te encomienda la vigilancia de puño de fuego— Inicia la conversación un capitán, Linda cree haberlo visto con Sengoku—, Tal como lo exigió Garp y Sakazuki.

— Ese idiota puede meterse su orden por la ra-

¡¿Porqué trata al viejo así?! — Grita internamente Ace. Nunca había tratado a Garp de esa manera.

— Por favor Luscinda... — Le calma el médico — Si el señor Sakazuki se entera que lo insultas la castigará.

¿Sakazuki? —piensa Ace confundido —¿El perro rojo?

— ¿Akainu? Já — Linda manifiesta su desagrado — Ese perro rabioso puede hacer lo que quiere, ahí quiero ver qué hará si Garp le hace frente.

— No tomes ventaja sólo por qué seas la pupila del puño bastarda — Le busca pelea el recluta.

Eso explica el golpe. — Piensa Ace.

— Tomaré las ventajas necesarias para lograr mi objetivo. Si terminaste lárgate.

—Eres la pupila del viejo?

—Me encontré con Garp en Water 7, estaba con la tripulación de sombrero de paja.

—Sin sonar chismoso pero...

— Eso es lo que un chismoso diría...

— ¿Cual es tu razón por la cual decidiste ser de la marina?

—Tu viejo dijo que sabía quién era... fue más fuerte la curiosidad que la razón a decir verdad. — El joven arquea una ceja queriendo una explicación, que Luscinda se lo da sin tapujos:—No recordaba mi pasado cuando desperté en el barco de tu hermano... A cambio de ser una marine, podía ingresar en los registros de nacimiento de las islas y averiguar.

—Pérdida de memoria huh... ¿Y ahora..?

—¿Recuerdo? si, pero no fue gracias a la información de la marina, sino por un golpe que me dió un imbécil por no saber mantener mi boca cerrada.

—Me lo imagino.

—Pero bueno, Garp sabe que tuviste un accidente, no la causa que fui claramente yo ... y como no confía en los reclutas cercanos a Akainu seré tu guardiana hasta que estés recuperado...

— Gracias por-

—Y seas ejecutado.

—¿Cuidar de mí?

Lamento que no actualice los domingos como prometí, el mes pasado y el de ahora lo he pasado algo mal. El dueño de la casa en la que vivo con mi familia nos dió unos días para vaciar el lugar del que fue mi hogar por más de 8 años así de la nada, por lo que estoy ayudando en lo que puedo con mi sueldo mínimo y mi mente apenas tiene para escribir.