En la década de 1930 se creo "El Directivo de Los Sagrados 28" conformados por Familias de Sangre Pura en Inglaterra, estos presumían con descaro su índole.
Eventualmente con cada nueva generación los 28 fueron cambiando. Con minuciosa revisión alg...
El Prof. Avery pasaba por los pasillos lentamente agudizando su oído, se supone que debía estar dando su rondin por los jardines, sin embargo hubo un favor que tuvo que pagar y bueno gozaba de presumir de su palabra.
Aunque debía aceptar que se retorcía de la curiosidad.
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Cada fin de estación Los Sagrados 28 se reunían en un pequeño baile ostentoso donde algunos eran recriminados o en pocos casos premiados.
La familia francesa Rosier se jactaba de organizar los encuentros y cada uno más diferente que el anterior. Como subteniente de Grindelwald de aquel tiempo se tuvo que conformar con el anonimato.
Aprovechando que algunas familias aún conservaban el idealismo de mantener a toda costa la pureza de sangre, fue así que bajo las narices del ministerio 15 años luego de la creación de tal grupo, busco a toda costa ser parte del movimiento aunque no como se imagino.
Como mencioné, Vinda se encargaba de la planificación y organización de cada encuentro, sin embargo no podía entrometerse en la elección. Y eso con los años la mermó. Por más que tratará de ganarse méritos no pasaba de ser lo que era, una simple anfitriona manejada por hilos como una marioneta.
Esta vez la recepción se encontraba en las catacumbas de París.
Bellatrix desde que ingreso al cementerio se sentía extasiada. Desde niña abogaba por estar en este tipo de reuniones. Sus padres le contaban historias de los días gloriosos de su clase social. Y ahora que por fin acudía con una invitación personal no lograba contener una sonrisa en su rostro de total felicidad genuina.
Enserió que no trataba, habían uno que otro cráneo y huesos en el camino que pisaba con suma diversión que su guía ya ni se molestaba en callarla.
-¿Y bien? -cuestiono cuando llego a una tumba en ruinas.
-Pase la invitación por la costilla donde tendría que estar el corazón.
Una vez hecho eso, la tumba se abrió dejando ver una escalera en picada.
-Una vez que llegue al final sólo suba a la góndola y esta la llevará al baile.
Ni se molesto en dar las gracias, sacó su varita de un movimiento los escalones se movieron formando una bajada, donde sin molestias se empujo sola.
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La suave y sangrienta melodía hacia compañía a los parejas que bailaban con gracia y soltura.
Envidiaba aquello, en sus dotes tenía el de tener pies ligeros al bailar, sin embargo por su apellido no había valiente que se acercara a invitarla a bailar. Por lo cual solía bailar con sus hermanas, pero ya no era una niña. Esos días quedaban atrás.
Luego de haber dejado su capa de viaje, se acercó a tomar una copa de champaña. Ni era tarde ni temprano, por lo que el anfitrión tardaría en hacer su entrada. Por más entretenido que estuviera el ambiente se empezaba aburrir.
