6. Desafios

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Sirius trataba de distraerse de la clase de la Prof. Hooch. Quería demostrar sus habilidades, sin embargo si lo hacia a su madre no le parecería correcto que su primogénito se denigrara a tal deporte, le aconsejo de manera sutil que considerara el esgrima y sino especializarse en el duelo aprendiendo a realizar hechizos sin varita.

Debía reconocer que en su momento le llevaría la contraria, pero ahora se encontraba investigando si el Prof. Crouch necesitaba asistente para dicha enseñanza -duelo- quiso preguntarle a su Jefe de casa, pero este no se encontraba en su despacho, se levanto en vano. En eso, frente a él iba caminando su boleto de enseñanza.

Dio pasos más grandes para alcanzarlo. -Disculpe Prof. ¿Podría brindarme 2 min de su tiempo?

Sintió como lo examinaba sin pudor. -Adelante.

Se enderezo. -Tengo conocimiento del duelo que traerá a colación dentro del programa, quisiera pedirle que considere mi ayuda, quisiera involucrarme tanto me sea permitido y así usted considere que sea digno de aprender y lograr dominar tal arte.

Barty lo observo analizando su comportamiento y presencia. -Joven Black, ¿si? -recibió un asentimiento- Mi área es Pociones ¿no cree que se equivoco? A quien debería ir a exponerle esto sería a la Profa. de DCAO -le mostro una mueca tirando a gracia.

Le correspondió la sonrisa. -Se equivoca Prof. según entiendo usted es el otro educador de dicho grupo.

-Toda un neolate mostrando sus colmillitos ¡Estupendo! -aplaudio con gracia- Sea bienvenido al equipo, Black. Lo esperamos ansiosos, su prefecto en turno le ofrecerá las indicaciones correspondientes ya que él también esta dentro.

Y así mostrando una leve inclinación de cabeza, retomo su ida al gran comedor el Prof.

Digan lo que quieran ese profesor le causaba escalofríos, al presenciar esa sonrisa podría visualizar sin problemas a una boa constructora.

-Piensa Sirius todo esto será recuerdos en un tiempo. Hay que ser pacientes y tolerantes -Mientras se tranquilizaba pasando sus brazos por sus hombros y torso, haciendo como si se quitara las malos pensamientos-.

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Perfecto, lo decía con desprecio James, era sábado. Sino llegaba el correo en la tarde a más tardar mañana temprano recibiría el vociferador de su padre; sobre su reclamo de haber roto el linaje de los Potter.

Ni emoción tenía por la clase de vuelo, a fin de cuenta le faltaba un año para entrar al equipo de Quidditch.

Tenia un poco de esperanza de que podría estar exagerando y su madre estuviera haciéndole ver a su padre que no era tan malo los cambios de imprevisto. Si, eso es ridículo.

Lo que Merlín quiera mandarle. Ni se había preocupado por hacer amigos, por el miedo que pidan el cambio a Durmstrang.

[ . . . ]

En el gran comedor todos desayunaba tranquilamente y supuestamente ligero sobre todo los de 1er año. Su única clase del día de hoy sería vuelo.

No muchos suelen tener la habilidad o destreza que requiere al montar la escoba.

Con cada año lo pensaba la instructora, que por cierto ahora los veía con burla. Sin duda hoy se divertirá.

Ámbar - JeverusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora