TENTACIÓN +18 | Vkook [EN PAUSA]

18

Jungkook
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La irá que siento en este momento sigue carcomiendo todo mi cuerpo, simplemente no puedo controlarme, no cuando el imbécil de Jimin se atrevió a meterse con Seokjin, esto no lo pienso dejar pasar. Ya estoy harto de tener que aguantarme a ese imbécil.

Seokjin trata de detenerme, trata de calmarme, pero el más que nadie sabe que por más que lo intente no  logrará conseguirlo así que se rinde al fin.

—Jungkook por favor no lo hagas, no te metas en problemas por mi culpa. M–mira que si lo haces te suspenderán y no quiero que eso suceda, Y-ya estamos a punto de terminar la escuela, no lo arruines—me súplica, tratando de hacerme entrar en razón—. P-por favor no lo hagas.

—Me importa un carajo Seokjin, ese bastardo me las va a pagar por lo que hizo, te quedarás aquí hasta que yo lo resuelva.

—N-no no, yo iré contigo, déjame acompañarte.

—No, no lo harás, se que me lo impedirás, así que te quedarás aquí.

La única solución que tengo en este momento es dejarlo encerrado en este lugar, así que me pongo en la búsqueda de las llaves de repuesto que suelen dejar aquí.

—¡Maldición! ¿dónde carajos están? Deben de estar por aquí.

—¿Q-qué estás buscando?—me pregunta confundido.

Las consigo al fin, me apresuró a salir de los vestidores y de inmediato le coloco llave a la puerta dejando a Seokjin adentro, simplemente no quiero que me detenga.

—¡Jungkook!—lo oigo quejarse—. Carajo no hagas esto, déjame salir.

Me alejo y me pongo en la búsqueda de aquel imbécil, ingreso a su salón de clases pero ni siquiera se encontraba allí, lo busco en la cafetería y tampoco estaba.

Maldito imbécil ¿Dónde carajos te metiste?.

Ingreso a los baños y allí estaba, con una maldita  sonrisa de oreja a oreja.

¿Acaso estaba esperando por mi?

—Oh vaya, aquí estás, sabría que vendrías a buscarme apenas tu amiguito de mierda te dijera lo que hice. ¿Qué piensas hacer ahora? ¿Piensas golpearme?. Vamos, hazlo, desquítate conmigo.

—Maldito imbécil.

Me abalanzo sobre el, de inmediato comienzo a golpearlo sin piedad, no puedo controlarme, solo quiero acabar con este bastardo. El muy imbécil ni siquiera se defiende, así que no me detengo, quiero que mis manos se llenen de su sangre, así que no dejaré de hacerlo hasta que lo consiga.

—¡Jungkook! Maldita sea ¿Qué carajos estás haciendo?.

Yoongi había ingresado, trata de apartarme pero no lo consigue.

—Suéltalo, ¿Qué carajos te pasa?

Me aparta, me sujeta con fuerza impidiéndome que siga golpeando a aquel bastardo.

—¡Suéltame!, quiero partirle la cara.

—Maldita sea, ¿qué no lo vez? le rompiste la puta nariz.