Estaban en las estatales. 

Era la primera vez que el equipo de voley lo conseguía desde que Selena no era capitana, desde que no era la mejor del equipo, ni la popular, ni nada de lo que solía ser, pero la alegría era la misma. 

Sentía todos los ojos recayendo en ella mientras Belly levantaba el trofeo, escuchaba todos los murmullos hablando de ella, de cómo ella antes ya lo había hecho y de cómo pod'ria haber seguido haciéndolo, pero no le importaba,  solo podía sonreir mirando a Belly y a las chicas, la gente estaba muy equivocada si pensaban que Selena solo amaba el equipo de voley porque ella era el centro de atención, Selena llevaba en el corazón el deporte y todos los momentos bueno y, aunque ya no estuviera, sentía la misma pasión, o incluso más al cómo Belly lo había hecho tan bien, era una buena capitana, incluso más que ella. 

-¿Ves cómo ha funcionado?-fueron sus primeras palabras tras el partido hacia su acompañante, Steven.

El chico no entendía mucho sobre ese deporte a pesar de que su hermana y Taylor pasaban las horas hablando de él, y aunque el verano pasado había jugado un campeonato con Shayla, seguía sin ser un gran experto. Aún así, había estado tenso todo el partido, no lo podía evitar cuando tenía a Selena al lado murmurando cosas sobre el partido y jugando con sus manos de forma nerviosa, ella sí que sabía vivir un partido. También había influido verla tan cambiada a como la veía siempre en clase, no podía evitar mirarla, era muy guapa, tanto que no sabía cómo no se había fijado en ella antes. Selena se había pasado todo el partido con el ceño fruncido y Steven se lo había pasado mirándola, pensando en cómo podía ser tan buena con Belly cuando él había sido un auténtico capullo, sin duda, Selena no era tan competitiva como él. 

-¿Vas a ir?-preguntó el chico al ver cómo miraba al equipo.-Seguro que se alegran.

-No.-murmuró con decisión.-Es su momento. 

-También el tuyo, tú eres la que hiciste que el equipo empezara a ser bueno.-la contradijo Steven.

Había estado iinvestigando un poco y no había encontrado la razón por la que Selena había dejado el voley, pero sí que ella había sido la mejor durante algunos años y la que había llevado al equipo a ganar muchos premios, a nadie le iba a molestar verla allí, ella les había aplanado el camino a todas. 

-No quiero.-volvió a negarse. 

Selena había oído muchas cosas sobre ella desde que dejó el voley, primero que lo había hecho por llamar la atención, después que era tan egocéntrica que la entrenadora la había echado y, por último, que solo lo hacía para volver y destronar a la nueva capitana, que solo lo hacia por llamar la atención. Y no es que no quisiera ir a abrazar a sus ex compañeras, a las nuevas chicas o a Belly, es que no quería arrebatarles ese momento, no quería que en vez de su gran partido hablaran de ella.

-Belly lo ha hecho genial.-cambió de tema Steven.-Ya verás, seguro que esta noche se lo cuenta a Conrad.

-¿Conrad? He oído sobre él.-continuço la rubia con la conversación, aún con una sonrisa mientras miraba a las chicas.-Belly le aprecia.

-Belly tiene un crush en él.-se burló.-Es casi adorable verla babear por él.-Selena soltó una risa y giró su cabeza hacía Steven.

-No te burles, es bonito.

-Creo que las clases de literatura están tocando tu lado romántico.-bromeó haciendo que Selena rodase los ojos.

-¿Qué pasa? ¿Tú nunca has tenido un crush en nadie? Señor perfecto.

Steven había tenido muchos crushes en su vida, como por ejemplo Shayla, pero él no era como Belly, eran muy distintos, él no babeaba por nadie, no solía ir detrás de nadie, al menos hasta ese momento, hasta Selena. 

Hey, Steven| Steven Conklin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora