–20 años.
–Presente.
_______.
Camine saliendo de la universidad, Leo se aproximó detrás de mi, tomándome del hombro.
–_____! Tienes planes para esta tarde? — pregunto de manera animada.
Estaba cansada y estresada por los exámenes, no había dormido nada y el creía que yo tenía tiempo?
–yo...no lo sé, creo que no.
Hizo un puchero en ese mismo instante.
–oh, vamos, yo te puedo ayudar a quitar el estrés..¿Sabías que a veces el placer es bueno para la ansiedad y disminuir el estrés?
Vaya...
No tarde en darme cuenta de sus intenciones, en ese momento solo una cosa apareció en mi cabeza.
Sexo.
No había tenido relaciones sexuales en exactamente tres años, desde que tuve mi primera vez con Iguro
–lo siento, pero no quiero y tampoco es que pueda — respondí — estoy muy cansada y eso solo lo arreglo durmiendo.
Pero claro, no iba a dormir, habia quedado en ir a la fiesta de Uzui con Sanemi.
–oh, vaya, pero mañana, tendrás tiempo por eso de las...— fue interrumpido por el sonido de una camioneta pitar.
Iguro.
Lo había olvidado, íbamos a almorzar juntos en un restaurante de la ciudad.
–ya me tengo que ir, nos vemos Leo — respondí sin darle tiempo de responder, yendo a paso rápido hacia la camioneta de Iguro.
Me subí rápidamente, no quería escuchar otra palabra insoportable de la boca de Leo, cuando estoy cansada o estresada, lo que menos quiero es que me dirijan la palabra.
–¿Quien era? — pregunto Iguro al verme con prisa. Algo burlón — ¿Ya tienes otra conquista?
–ay no, que horror — respondí. — es un random.
Iguro arranco, en el camino hablamos acerca de cómo habían Sido nuestro día.
Al parecer no fui la única que tuvo un día agotador.
Después de comer fuimos directo al departamento, sentía que Iguro estaba raro, algo extrañó.
–hey? Pasa algo? — pregunté entrando al cuarto de visitas, en dónde el estaba.
Iguro guardo silencio, suspiré, me senté a su lado, en la esquina de la cama.
–vamos, dilo. — comencé a hacerle cosquillas, siempre funcionaba para que contara las cosas.
El lo hacía conmigo y yo con el, desde pequeños.
–ya! — dijo mientras se reía, y entonces me detuve.
Me acomode bien para escuchar el chisme.
–se trata de kaburamaru....
Kaburamaru, la serpiente que el tenía desde los 12, la queríamos demasiado, pero cuando Iguro se separó de Mitsuri, ella se quedó con la serpiente.
–¿Que paso con kaburamaru?
–Mitsuri...me escribió esta mañana, me pidió que fuera a recoger a Kaburamaru en la noche por qué al parecer el no quiere comer y me extraña...— comenzó a hablar — fui una mala persona al dejar a Kaburamaru solo...
–hey! Está bien, todo está bien, lo bueno es que irás por el, y podras estar con el...
–estara con nosotros — dijo Iguro.
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Cuando Se Terminó [2] |Iguro Obanai|
Hayran KurguSecuela de Cuando Se Terminó. ¿Quieres romperme otra vez? Adelante, ven y hazlo, pero no te garantizo que lo logres otra vez.