Secreto Nocturno [TERMINADA]

V

Simplemente se dió la vuelta ¿Qué podía hacer?, Nada, no podía hacer nada más que cambiar de dirección mientras sentía su corazón apretado, bajo la mirada mientras caminaba por el pasillo a su otra clase.

Durante todo el día, miró de reojo a Draco, actuaba normal, ni siquiera se había vuelto a acercar a Astoria, así que pensó que, tal vez, había malinterpretado la situación.

No conocía la castaña realmente, nunca se habían hablado ni siquiera para insultar se cómo lo hacía con la mayoría de Slytherin, solamente sabía quién era gracias a que era popular entre los estudiantes por ser de las chicas más bonitas de Hogwarts, de ahí en más, no sabía nada más de ella.

Sus amigos notaron lo cambiado que estaba ese día, comportándose más distraído ya que siempre estaba fijándose en lo que estaba haciendo Draco, esperando no ver nada que le diera una señal de que estuviera con Astoria.

—¿Estas bien, Harry? —Le preguntó Hermione. Estaban comiendo en el comedor, la chica dejo su cuchara en el plato para mirarlo con atención.

El castaño pareció sorprenderse por escuchar su nombre y redirigio sus ojos a Hermione quien seguía con un semblante preocupado, trago lo que tenía en la boca, ni siquiera se había dado cuenta que había estado comiendo.

—Sí ¿Por qué?

Granger lo miró entristecida y negó. —Harry, entiendo que quieras tener tus secretos pero...

—Te notamos extraño, más de lo que eres usualmente. —Complementó Ron al momento que dejaba de masticar una pierna de pollo.

—Y nos preocupamos por ti. —Aclaró la chica.

Harry se sintió pesado por un momento, recordando que sus amigos, las personas más importantes para él y que sabía que alguno saltaría al fuego si llegara a estar en peligro, sentía que estaba haciendo una traición a ellos al estar con Malfoy, la persona que tanto los había molestado.

Se sentía una persona sumamente egoísta y la culpa lo palpaba en toda la piel.

Sujeto una barrita de avena y la mordió. —Es algo muy privado. —Dijo y vió la mirada decepcionada de sus amigos por no ser capaz de contarles. Se sintió motivado por el coraje de decir algo más cuando notó, por el rabillo del ojo, que Draco se levantaba de su mesa y acariciaba el hombro de Astoria antes de irse. —Estoy viéndome con alguien.

Ron y Hermione intercambiaron una mirada. —Ya lo suponíamos. —Dijeron casi al mismo tiempo.

Harry se sorprendió y sus amigos se mostraron un poco más divertidos y relajados.

—Es decir, era obvio. —Hermione le sonreía tenuemente.

—Hasta yo lo noté. —Ron aprovecho y mastico una pata de pollo. —El asunto más bien era: ¿Te está haciendo algo?