Habían pasado los días que se convertían en semanas y Harry estaba sumergido con el ejército de Dumbledore, había ocupado toda su mente en mejorar las tácticas de combate y evadir a Umbrige constantemente, su vida estaba demasiado ocupada en esos momentos, preocupándose por su padrino y por la ausencia de Dumbledore desde que había comenzado ese año.
La brigada inquisorial había sido creada hace poco, Draco había decidido no entrar cuando Umbrige se lo ofreció, se excuso que estaba estudiando mucho para sus futuros T.I.M.O.S y el tiempo no se lo permitía, más sin embargo, en realidad no pudo evitar pensar en lo apasionado que se veía Harry cuando le contaba sobre la idea de formar un grupo que pudiera aprender a combatir ya que la mujer no aportaba en nada.
Sólo por las noches, cuando estaba por dormir, era que los recuerdos lo asaltaban al no tener ya a donde ir. Tuvo en cuenta que antes ansiaba que la luna subiera al cielo para permitirse ir a la sala de Menesteres y poder entregarse a los brazos de Malfoy, Harry también había pensado que el rubio hacia lo mismo, entregarse, pero no era así y eso lo tenía presente.
Ya no corría detrás de él en cada momento pero no negaba que el deseo palpitante de ir con él cada que sus miradas chocaban, no le asaltaba. Estaba agradecido con todo lo que tenía en mente ahora para no tener siempre en su cerebro los recuerdos de las noches pasadas y evitar sumergirse dentro de todo de nuevo.
Seguía recibiendo cartas cada vez más intensas pero, esta vez, era Ron quien las rompía cuando las veía después de que Harry le diera el permiso de hacerlo siempre que viera alguna y su mejor amigo acepto gustoso el hacerlas añicos entre sus manos. Más de una vez leyó alguna antes de destrozarla y era lo mismo que lo anterior, ni siquiera una disculpa, una explicación o intento de justificación, simplemente era Malfoy citandolo en algún lugar de Hogwarts a cierta hora.
Después de la primera semana, Draco intentaba llamar su atención con insultos nuevos pero, para sorpresa de todos los estudiantes, Harry dejo de responder, simplemente de limitaba a ignorarlo, aveces y con suerte, lo miraba.
Draco era demasiado temperamental, siempre lo había sido y todos eran conscientes de ello. Su resentimiento hacia Potter crecía cada vez más conforme la frecuencia de ser ignorado aumentaba. Se sentía ignorado, faltó de poder y eso lo odiaba. Tenía un sentimiento de pertenencia sobre Harry y el que me hubiera sido quitado, le estaba afectando.
Muchas veces se enfadaba con sus amigos, les gritaba sin importarle quien fuera, su límite llegó cuando llegó hasta gritarle a Snape que su clase era una porquería enfrente de todos, claramente se ganó un castigo y que le hayan quitado 100 puntos en un día. Tenía la sangre hirviendo en todos los segundos del día, no importará que hiciera, Harry no lo volteaba a ver más que unos segundos que no significaban nada.
Siempre sonriendo, riendo con aquellas Ravenclaw, más con Chang, esa chica de cabello negro que tenía un rostro angelical que Draco solo quería apretujar con sus manos hasta que desapareciera.
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Secreto Nocturno [TERMINADA]
FanfictionDe día, Draco y Harry se odian a muerte, no pueden ni verse porque ya están discutiendo, algunas veces llegando a los golpes. Todo Hogwarts sabe de su rivalidad. Pero cada noche, en la sala de menesteres o algún salón en desuso, Draco Malfoy y Har...