Secreto Nocturno [TERMINADA]

III

Draco había sido el que había establecido las reglas.

Parecía que todo había sido planeado por el Slytherin, hacerlo adicto a sus besos antes que nada, que lo anhelara cada vez con más intensidad, las conversaciones que ya no le parecían incómodas, al contrario, le fascinaba hablar con el rubio.

No supo cuándo ni cómo, pero sabía que Draco le gustaba y parecía que él había intentado aprovecharse de ello al notarlo, al saber que Harry nunca podría decirle nada o exponerlo frente a todos.

La rutina de verse, solamente saludarse y hablar de vez en cuando, se había transformado totalmente para ser una donde, apenas se veían, se besaran como si hubiera sido para lo que hubieran sido hechos, abrazarse con fervor y, después de alejarse, hablar sobre libros que Draco leía. Harry se sentía bien, sentía que se complementaba a la perfección con Malfoy cada que se besaban y los latidos irregulares de su pecho le agradaban al saber que era a causa del chico.

Hasta podía dudar de si había consumido amortentia por error porque nunca había sentido ello. Quizás era por el hecho de que era su primera vez teniendo una especie de relación, sí, había tenido algunos besos casuales con algunos Gryffindor, tanto mujeres como hombres pero más que nada era para explorar y todos lo sabían, por ello nunca dijeron nada, era entendible al estar siempre encerrados en Hogwarts. Aquello no importaba, solamente sabía que le emocionaba mucho sentir que Draco le tomaba de la espalda para apegarlo más a él, le gustaba el sentido de pertenencia que sentía.

Por ello no dijo nada cuando Malfoy comenzó a recitarle sus normas para continuar con todo ello.

Draco estaba sentado en el sofá y Harry sentado en el suelo, recargando su barbilla en la rodilla del chico cuando escuchó que comenzaba a hablar.

—Potter. —Llamó y Harry lo miró con sus ojos esmeraldas. —¿Te agrada lo que tenemos, no?

La pregunta descolocó un poco a Harry, aún así, asintió. —¿Por qué preguntas?

—Porque para que sigamos así —Serpenteo su mano hacia la de Harry e hizo que se tocaran levemente, el castaño se estremeció al contacto. —, tenemos que mantenerlo en secreto ¿Entiendes?

Harry miró el fuego de la chimenea un momento para pensar mejor su respuesta, meditó el hecho de que Draco sintiera miedo por la opinión de la gente, además de que no le habían puesto nombre a lo que estaban teniendo.

Terminó por asentir de nuevo luego de mirar a Draco. —Sí, está bien. —Intento entrelazar sus dedos con el rubio.

Después de haber dicho esa respuesta, volvieron a besarse, algunas veces tocaban sus cuerpos por encima de la ropa pero era lo más que hacían, solamente disfrutaban de la sensación de estar fundiéndose en el calor que se encerraba entre ambos.

Sin saber que, conforme pasaba cada noche, Draco decía una nueva regla después de besarse, como si fuera un soborno para que aceptara cada una de las normas.