Desde la primera vez que había visto a Potter, había querido ser su amigo, claro, solo de la forma incorrecta; era un niño malcriado, egocéntrico y mimado, pensaba que para hacer amigos, tenía que hacer lo mismo que como cuando había comenzado a ser amigo de Parkinson, Crabbe y Goyle: juzgar gente en voz alta y decir su estatus social. Por supuesto, aquello resultó pésimo cuando lo hizo enfrente del chico que, apenas pasó esa situación, había descubierto que era Harry Potter y que no sería su amigo por nada del mundo.
Era una persona tan inmadura que su única forma de protegerse ante el claro rechazo, decidió molestarlo como si dijera un "No me importa en lo más mínimo que no hayas querido ser mi amigo." Aunque no hubiera una cosa más contraria a lo que pensaba, apenas habían llegado las primeras vacaciones de navidad, corrió hacia su madre apenas la vió esperándolo fuera del tren, su rostro enrojecido y con las cejas fruncidas, arrojo algunas lágrimas a borbotones de sus ojos que Narcissa buscaba limpiar con su mano.
—Rechazó ser mi amigo enfrente de todos, mamá, no sé porqué, me esforcé en caerle bien cuando ni siquiera sabía quién era. —Dijo con hipidos mientras restregaba su rostro en el vestido elegante de la mujer.
—Ay, hijo, no entiendo qué pasa ¿Alguien rechazo ser tu amigo? —Habló con voz tranquila al mismo tiempo que le hacía señas al elfo doméstico que la acompañaba para que llevara las maletas de Draco.
—Harry Potter. Lo conocí en la tienda de túnicas y le intenté hablar, —Se dejo limpiar la nariz moquienta con un pañuelo que había sacado su madre. —pero no sé porqué le caí mal, solo le dije que Hagrid, el de Hogwarts, era un gigante torpe, papá siempre dice eso y le dije que era sangre pura, como también lo hace papá.
—Ay, cariño. —Se agachó a la altura de su hijo quien seguía sollozando. —Fuiste un niño grosero, por eso te dijo que no quería ser tu amigo ¿Tú que harías si viene un niño y se burla de tus amigos?
—Le diría que es un envidioso y un idiota. —La mujer rió al escuchar aquel insulto venir de la voz de un niño de 11 años, aguda y llorosa. —Pero creo que entiendo...
De pronto, Narcissa se levantó y le pasó un pañuelo más por todo el rostro para eliminar cualquier rastro de lágrimas, los pasos pesados de un hombre se acercaron.
—¿Qué ocurre aquí? ¿Por qué la demora? —Preguntó la voz tan neutral y frívola de Lucius, con su bastón donde tenía su varita, Draco alzó los ojos irritados para verlo y su padre lo miró de aquella manera cuando algo no le gustaba, que no encajaba con lo que creía. —Draco, deja de llorar en público. —Regañó con la voz severa que hacía que el rubio se tensara mientras asentía con la cabeza gacha.
Pero al regresar a Hogwarts, había descubierto que apenas se acercara a Harry, este lo rechazaba de inmediato, le insultaba y él hacía lo mismo de manera automática. Se había vuelto una costumbre que discutieran en cualquier momento. El tiempo pasó en ese año y como cualquier niño, comenzó a ser influenciado por todos los Slytherin con quienes convivía, había notado que entre más insultarla a los gryffindor, mejor lo recibían en su casa, le hacía sentirse pertenecido y lleno de la aprobación que no tenía en su hogar de parte de su padre, quería llenar ese hueco y aquel lugar de lo daba.
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Secreto Nocturno [TERMINADA]
FanfictionDe día, Draco y Harry se odian a muerte, no pueden ni verse porque ya están discutiendo, algunas veces llegando a los golpes. Todo Hogwarts sabe de su rivalidad. Pero cada noche, en la sala de menesteres o algún salón en desuso, Draco Malfoy y Har...