𝗺𝘆 𝘄𝗮𝘁𝘁𝗽𝗮𝗱 𝗹𝗼𝘃𝗲 ©

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"¿Le harías el honor a este apasionado poeta oscuro de ser su novia fresita?.

-Qué hermosa casa.

Y dijo Lisa cuando estuvimos todos frente a la casa de Tom.

No podía estar más de acuerdo.

Estábamos frente a una casona de dos pisos con muros azules, ventanas victorianas blancas y un enorme jardín frontal.

-Vengan.

Me dijo Tom al pasar a nuestro lado.

Miré su espalda y pasé saliva.

No podía creer que estaba a punto de entrar a su casa.

Digo, era el tipo al que había conocido en Wattpad, el cual no esperaba que viviera a media hora de mi casa ni que me haría sentir tantas cosas por él.

La tensión en el auto había sido insoportable.

Lo bueno era que vivía a diez minutos del festival, pues de otro modo no sé cómo habría sobrevivido.

-¿Dominik?. -Lisa agitó la mano frente a mis ojos. -Vamos, muévete. -Hace demasiado frío aquí fuera.

Y me dió un ligero empujón.

Seguimos a Tom por un caminito de árboles pequeños y flores a ambos lados.

Yo venía abrazándome y frotándome los brazos con las manos.

Ya estaba oscureciendo y Lisa tenía razón: hacía mucho frío ahí afuera.

Tom abrió la puerta y la sostuvo para que entráramos.

Yo fui la última en entrar, y Tom me miró intensamente al pasar a su lado.

Una vez adentro, de inmediato mi helado cuerpo entró en calor.

En la sala había tres sofás cafés enormes, dos lámparas, algunas pinturas con marco de madera y una chimenea pequeña.

Una escalera rústica de caracol a nuestra izquierda parecía labrada a mano en madera.

El lugar emanaba calidez y comodidad.

-Qué buen lugar.

Le dijo Bill haciéndole un cumplido mientras examinaba el entorno.

-Gracias...

Y murmuró Tom con timidez.

Todos nos quedamos ahí parados sin saber qué hacer.

Claramente debía ser yo quien rompiera el silencio incómodo. ¿Cómo? Con un fuerte estornudo.

-Seguramente se están congelado. -dijo Tom al darse cuenta de que todos veníamos empapados. -Hay un baño al final del pasillo.

Señaló a nuestra derecha.

-Gustav puede bañarse ahí.

Le dijo Lisa y empujó a su novio.

-No, guapa. -Tú primero.

Le contestó Gustav, como todo un caballero.

-Ve tú. -Estoy segura de que hay otros baños en la casa, ¿Verdad, Tom?. -Lisa le sonrió.

¿Qué se traía entre manos?.

La miré y entrecerré los ojos.

-Sí, de hecho hay dos baños más arriba. -contestó
Tom, titubeante. -Uno en el pasillo y otro en mi habitación.