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"¡Ya no estamos en la edad de piedra!".

Nunca me había fracturado un hueso.

Y definitivamente no esperaba fracturar el primero en la noche de Navidad.

Es curioso cómo las cosas pueden cambiar de estar bien a inesperada y finalmente dolorosas, todo en sólo una hora.

Es también un poco loco que la que terminó con un hueso roto fuí yo a pesar de no estar en la pelea.

-¡No cierres los ojos!.

Lisa suplicó, llorando a mi lado mientras sostenía mi mano buena.

No tenía ni idea de por qué me llevaban en una silla de ruedas, mis piernas estaban bien.

-Dominik, quédate con nosotros.

Gustav dijo dramáticamente mientras empujaba la silla de ruedas hacia adelante.

-¡Estoy bien!. -¡No pasa nada, yo... -¡Santa madre de los Takis!.

Sentí el electrizante, palpitante dolor en mis dedos cuando traté de despreocupar a mis amigos.

-¡Oh, Dios!. -¡Nos está dejando!.

Gustav empujó con más fuerza hasta que íbamos a la versión silla de ruedas de Toretto de rápido y furiosos.

-¡No sigas a la luz!.

Rodé los ojos a través de mi expresión de dolor.

-Están exagerando, estoy bi... -¡Ay!, ¡Ay!, ¡Ay!.

No tenía palabras para explicar el dolor penetrante que sentí.

Sentía como si tuviera me sentí mi corazón palpitando en la mano.

-¡¿Dónde está el médico de urgencias?!.

Lisa se movía como loca en pasillo del hospital.

-Deberíamos llamar a su madre.

Y recomienda Gustav.

-¡No!.

Lisa y yo dijimos al mismo tiempo.

Helen apareció frente a nosotros.

-Estamos en el pasillo equivocado.

Ella nos hizo un gesto de volver.

-Este es el área de urgencias pediátricas.

-Oh...

Y todos susurramos con asombro.

Gustav se volvió a mi silla de ruedas alrededor con tanta experiencia, me gustaría empezar a preguntarse si no debería convertirse en una enfermera.

El era muy bueno en eso.

-Eso explica las pinturas de unicornios.

Lisa dijo entre dientes.

-¿Podemos enfocarnos?.

Les dije sosteniendo mis posibles dedos rotos.

Dimos la vuelta, y entonces todo sucedió en cámara lenta.

Mi madre, la doctora Evans, entró en la dirección opuesta del pasillo y nos volvimos todos locos moviéndonos sin encontrar un solo lugar para escondernos.

Por suerte para nosotros, mamá estaba demasiado ocupada comprobando una carpeta en sus manos y se detuvo en la estación de enfermería, lo que nos dió un poco más de tiempo para seguir en pánico.

𝗺𝘆 𝘄𝗮𝘁𝘁𝗽𝗮𝗱 𝗹𝗼𝘃𝗲 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora