𝗺𝘆 𝘄𝗮𝘁𝘁𝗽𝗮𝗱 𝗹𝗼𝘃𝗲 ©

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"Tenemos al hijo de Einstein entre nosotros".

"He aprendido que la gente olvidará lo que dijiste, también olvidará lo que hiciste, pero nunca olvidará cómo la hiciste sentir".

Maya Angelou.

No dije nada.

No dije una palabra, ni siquiera cuando la luz volvió y todos se reunieron de nuevo en la sala.

Estuve muda durante unos veinte minutos.

Cuando Tom me preguntó si estaba bien, simplemente asentí con la cabeza.

No podía mirarlo a los ojos sin sentirme como la peor persona en la Tierra.

Aún cuando ese beso había sido por lástima y no sentí nada, todavía me sentía como si le hubiera fallado y Tom no se merecía eso.

Tenía suficiente con todo lo que había pasado.

Yo siempre había despreciado a los infieles y esto me convertía en la mayor hipócrita en el planeta.

Tom estaba en la cocina preparando café.

A mi novio le encanta el café.

Me estaba ahogando en el remordimiento cuando la puerta se abrió de pronto.

Miré a los dos chicos altos de pie en ella.

Eran los chicos populares de mi escuela, los mejores jugadores de fútbol de la ciudad.

Ambos estaban vistiendo ropa oscura, lo que me pareció extraño, ellos no eran fans de ese color, de hecho, esa era la primera vez que los había visto de negro.

-¡Sorpresa!.

Gustav exclamó, caminando dentro.

Su cabello estaba un poco mojado por la lluvia.

Georg siguió a su amigo, pero no dijo nada, lo que también era extraño.

Georg no era del tipo tímido.

Entrecerré los ojos.

Lisa fué la primera en decir lo que todos estábamos pensando.

-¡Tú!. -los apuntó acusadoramente con el dedo. -Usted nos estaban asustando, ¿No es así?.

Gustav le dió una sonrisa inocente.

-No tengo idea de lo que estás hablando. -miró a Georg, -¿Cierto, Georg?.

-Ni idea. -dijo Georg, encogiéndose de hombros. -Acabamos de llegar.

-¿Encerio?, ¿Y los dos están convenientemente vestidos de negro?.

Lisa resopló y cruzó los brazos sobre su pecho.

Estábamos en una fiesta temática de negro.

Georg respondió, manteniendo sus ojos en cualquier lugar menos en mi.

Quería decir algo, pero mi voz me falló.

Bill gruñó.

-Nos asustaron mucho.

-¿Nos?. -Nadia arqueó una ceja. -Más bien solo tú.

Bill miró.

-Todos estábamos asustados, yo fuí el único en admitirlo.

-Hay una diferencia entre la admitirlo y demostrarlo.

Nash habló, sentado en el sofá.

Lisa volteó los ojos.