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"No tienes mi permiso para perder tu virginidad".

-Feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños a ti.

Todos me cantaban mientras yo estaba frente de un gran pastel.

-¡Feliz cumpleaños, Dominik, feliz cumpleaños a ti!.

-¡Sóplalas!.

Gustav animó mientras me inclinaba para soplarlas.

Todo el mundo empezó a aplaudir y luego hicieron una fila para darme un abrazo.

Después del río, estábamos demasiado cansados para hacer cualquier otra cosa así que volvimos a la cabaña y decidimos cantar mi feliz cumpleaños oficialmente.

Yo no tenía idea de que tenían un pastel y todo que lucía deliciosa por cierto, tenía chocolate en todas partes.

¿Lo único malo?.

Tenía varias fresas en la parte superior.

Señorita fresita.

Mi pobre corazón se encogió al pensar en él.

Ni siquiera podía pensar en su nombre, era demasiado doloroso.

Era mi cumpleaños y mis amigos hicieron un esfuerzo para preparar algo muy agradable para mí.

No iba a arruinarlo estando abatida y con sonrisas tristes.

Habría tiempo de sobra para eso, estaba segura.

Estábamos comiendo pastel, sentados en un círculo en el suelo.

Al parecer, se había acostumbrado a sentarse en el suelo ya.

Tímidamente, Nadia se acercó a mí.

-Compré algo para ti.

Me dijo con una sonrisa.

Me sorprendió.

-Oh, no tenías que hacerlo.

-Los dos quisimos, quiero decir, Nash y yo.

-En realidad, no tenías que hacerlo.

Nadia extendió su mano con una pequeña caja.

La tomé con nerviosismo.

-¿Qué es?.

-Echale un vistazo. -dijo con entusiasmo.

Abrí la caja y había un par de hermosos zarcillos de oro y un collar con mi nombre en el colgante.

Las joyas gritaban costoso en la parte superior de sus pulmones.

-Oh, Nadia, esto es demasiado. -Parece caro, no tenías que gastar tanto dinero.

-El dinero no es algo de lo que Nash y yo tengamos que preocuparnos por lo que vamos a mimarte.

Ella me sonrió.

-Entonces, ¿Te gusta?.

-Me encanta.

-¿Quieres que te ayude a ponértelo?.

E inconscientemente, mi mano se extendió hasta el collar con el pendiente de fresa que colgaba de mi cuello.

Otro apretón a mi corazón roto.

Con un poco de coraje, me lo quité.

-Sí, es el momento de quitarme esto.

Fingí una sonrisa.

𝗺𝘆 𝘄𝗮𝘁𝘁𝗽𝗮𝗱 𝗹𝗼𝘃𝗲 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora