Victoria
Preparo un vestido corto, acompañado de unos tacones bajos. Verdaderamente no me conviene usar unos tacones altos, pues acabo de superar una pequeña lesión de tobillo.
Una vez me preparo y maquillo de la manera más natural posible, agarro mi peine, pasándolo por mi cabello rizado.
Me miro en el espejo, estaré perfecta para esta noche. Bueno, quizás no perfecta, pero sí para mi gusto. Pues, no quiero impresionar a nadie, y espero que no lo haga. El único hombre al que quiero y necesito impresionar es Eduardo, mi actual pareja.
Agarro mi bolso de fiesta pequeño y de color negro. Una vez introduzco mi teléfono móvil y el dinero necesario para hoy en él, suena el timbre.
- ¡Voy! - exclamo, dirigiéndome hacia la puerta principal.
Tras esta, se encuentra Paula y mis otras dos amigas.
- Cuanto tiempo, chicas - recibo cálidamente a Paula, Marina y Lorena.
- Pues sí. Entre asunto y asunto no nos hemos visto nada - habla Lorena.
- ¿Lista? - pregunta Marina. Yo asiento con mi cabeza, y un taxi esperando a las afueras de mi casa nos recoge para llevarnos hasta la fiesta.
Una vez llegamos al ruidoso lugar, abrimos las puertas de la discoteca. Por mis fosas nasales se filtran todo tipo de desagradables olores, como el del tabaco, alcohol, sudor...
- Es desagradable, pero quizás si estamos aquí un buen rato nos acostumbramos al ambiente - dice Marina y aceptamos. Estamos a punto de abandonar la fiesta, pero no lo hacemos por su interés de mantenerse en alguna discoteca.
- Hola, ¿qué vais a tomar? - pregunta una joven de aproximadamente nuestra edad en la barra.
- Yo un calimocho - ordeno y mis tres amigas me miran de manera extraña - ¿qué?
- ¿En serio vas a pedir eso con tan poco alcohol?, ¡Para una vez que venimos de fiesta! - exclama Paula con decepción.
- Lo siento. Sabéis que no soy mucho de alcohol. No me gusta y, además, prefiero cuidar mi salud, alejada de todos esos mundos que puedan acercarme a las adicciones - les explico. Aunque creo que saben de todo esto, siguen decepcionándose por eso.
- Eres muy rara - dice Lorena.
- ¿Por qué? - niego con mi cabeza - Y tú, Paula, deberías cuidar el consumo de alcohol que ingieres. Sé moderada, pues te recuerdo que estás en relación con el famoso futbolista Vinícius Júnior, el que, además, es compañero y mejor amigo de mi novio. Así que, no te pases de copas y controla lo que tomes, pues no queremos ninguna desgracia - menciono, tomando un pequeño sorbo de mi calimocho con hielo.
Mis amigas deciden pedir whisky y vodka. Se van a poner más ebrias de lo que esperaba, superan mis expectativas.
Yo quiero estar en mi cama, con mi novio. Ese suave y cómodo colchón, entre esas blancas sábanas. Repartiendo besos por mi mandíbula y cuello, y acariciando cada centímetro de mi cuerpo.
- ¡¿Vicky?! - Paula chasquea sus dedos en frente mía.
- ¿Sí? - pregunto saliendo de mi trance.
- ¿Quieres salir a la pista? - interroga, tomando su bebida.
- ¿A bailar?
- No, a jugar baloncesto - suelta con ironía.
Acepto su propuesta y la tomo a ella como mi pareja de baile. Suena reggeaton antiguo por parte del disc-jockey, y comenzamos a bailar al ritmo de la música, sin tampoco exagerar.
Noto como se acercan chicos de nuestra edad, e incluso mayores. Mi incomodidad es notable, y el sudor de ellos, el olor a alcohol y tabaco sigue repugnando en mis fosas nasales, apesta.
Me acerco a una de mis mejores amigas con la que me encuentro, Paula. Para sentirme con un mínimo porcentaje de seguridad frente a tantos hombres, necesito al menos una mujer.- Pau, vámonos - le aviso.
- Sí. Ya no me está gustando - asiente ella.
Cuando procedemos a salir, para dirigirnos donde Marina y Lorena se encuentran, los hombres nos acorralan en un círculo del que nos es imposible escapar.
- No salís de aquí - dice uno de ellos.
- Tenemos novio - decimos nosotras.
- Bueno, no serán para tanto - se burla uno, que está fumando y probablemente es el más ebrio de todos.
- Son Vinícius Júnior y Eduardo Camavinga - dice Paula enfrentándolos sin pudor alguno.
Tras un rato en el que discuten de un tema que no logramos escuchar, dos hombres se acercan.
Comienzan a besar nuestros hombros, incomodando aún más el ambiente. No tendría que haber venido de fiesta sin Edu. O al menos, no a esta. Pero yo no predigo el futuro.
Como puedo, saco mi teléfono móvil y marco a mi novio, en una videollamada para que todos logren ver lo que está ocurriendo.
Él recibe la llamada, está adormecido.
- Chérie, hola - saluda con una sonrisa.
- Perdóname por haberte despertado. Pero unos hombres no paran de incomodarnos a mí y a Paula. No se creen que seas mi novio, y está besando nuestros hombros - le comento.
Él frunce el ceño, procesando lo que le acabo de contar.
- ¿Qué haces con el móvil? - pregunta uno enfurecido.
- Es mi novio, tarado - contesto un tanto enfadada.
Una vez están distraídos, aprovecho la situación para tomar la mano de Paula y salir de ahí, hasta llegar a la barra.
- Nos conviene irnos a otra fiesta - dice Paula.
- ¿Por qué? - pregunta Marina.
- Hombres - responde ella simplemente.
Mientras tanto, despido a mi novio para que pueda descansar, el cual se lamenta por no poder ayudarme de mejor manera.
Abandonamos el lugar disgustadas con el local, y decidimos ir tranquilamente a la casa de Vinícius, el cual, no ha ido convocado con su selección debido a la lesión. Pero él siempre tiene algo para animar el ambiente, así que seguramente invite también a Éder y Karoline, quienes a pesar de haber llevado a cabo su relación sentimental, tienen una excelente relación como amigos, pues comparten una hija en común.
- Hola, linda - saluda Vinícius según entramos a su casa, recibiendo a su novia, Paula, con un cálido beso en sus labios.
- Nosotras existimos - carraspeo mi garganta, y ellos se separan con una sonrisa.
- Hola, parceira - me saluda él con una sonrisa. Y saluda también a Marina y Lorena.
- ¿Qué tal? - le pregunto al delantero número siete del Real Madrid.
- Con calor - comienza a reír en carcajadas, con su característica sonrisa, que nos contagia - ¿Cómo llegasteis tan pronto? - habla confuso.
- Digamos que eran... unos hombres ebrios sin autocontrol - me encojo de hombros ante las palabras de Paula.
- ¿Estáis bien? - pregunta con preocupación.
Asentimos, y en ese momento llega Karoline y Éder. Además de ellos, Netinho, Luiz Filipe, Felipe, Thibaut y Mishel.
No será una gran fiesta, pero al menos no pasaremos aburrimiento ni incomodidad.
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QUERIDA AFICIONADA ↯ eduardo camavinga ✔
Romantik━ ✦┊¡ QUERIDA AFICIONADA ! ✧*ೃ ❛ el amor es solo una palabra, hasta que llega alguien a darle sentido ❜ ───────────────────────────── 「 EN DONDE eduardo camavinga y victoria se encuentran confundidos entre sentimientos que nublan sus vistas y l...