Cap 53

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—¿Cómo te sientes?—me pregunta Taylor y muerdo mi labio mientras la estilista termina de arreglar mi cabello

—Nerviosa—confieso—. Es decir, llevo años con este hombre y cuando por fin vamos a casarnos siento que me voy a desmayar.

—Es normal—Jessie pone sus manos en mis hombros—. Ahora, quítate el albornoz y déjanos ayudarte con el vestido.

Sonrío, dejando a un lado el albornoz antes de que mis amigas y dos de las asistentes del diseñador comiencen a ayudarme con el hermoso vestido.

Un vestido de mangas largas, con cuello corte recto y una falda grande. Todo se encuentra adornado con diamantes y perlas pegadadas a mano, creando hermosos diseños de flores y hondas por todo este. En la cintura, un cinturón de diamantes cubre la costura, mientras que las hermosas y delicadas mangas de malla también se encuentran decoradas con diamantes y algunas piezas de encaje.

El vestido es todo lo que alguna vez quise. Elegante, delicado y lujoso. Completamente hermoso por donde se le mire.

Una vez puesto, una de ellas toma el hermoso velo de tres metros que me llena los ojos de lágrimas. «Voy a casarme con el amor de mi vida»

El hermoso velo tiene una cinta de encaje en la parte delantera. Dicha cinta decorada con los mismos patrones del vestido, mientras pequeños diamantes se encuentran esparcidos por el resto del velo haciéndolo lucir delicado y hermoso.

Me miro en el espejo y sonrío, mordiendo el interior de mi mejilla para no echarme a llorar. Mis hormonas están causando un revoltijo de emociones y yo solo quiero decir "acepto" de una vez por todas.

Las puertas de la habitación se abren y sonrío al ver a las mujeres entrar.

Mi madre, Regina, Sara, Alexa, Rachel y Brenda. Todas mirándome encantadas y asombradas mientras me repasan una y otra vez.

—Oh, mi niña...—mamá se acerca y toma mis manos entre las suyas—. Te ves como una reina. La más hermosa de todas.

—Digna de una corona—Sara da un paso al frente y abre la caja de terciopelo que trae entre sus manos, mostrando la hermosa corona de diamantes y oro blanco—. Un regalo por parte de tu esposo.

—Dios, es hermosa—parpadeo intentando alejar las lágrimas—. Diablos, no quiero arruinar mi maquillaje.

—Lo retocaremos, señora—me tranquiliza la estilista y asiento agachándome un poco, permitiendo que mi suegra ponga la corona sobre mi cabeza

—Gracias por cuidarlo y amarlo—me dice y le doy una pequeña sonrisa cuando deja un beso en mi frente—. Les deseo todo lo mejor.

—Te ves digna del apellido—Regina se acerca y bufo, viéndola tomar mi mano y apretarla—. Ambos son afortunados de tenerse, Kiara. Eres una mujer fuerte y valiente, siempre supe que te mantendrías a su lado, como su roca.

—Gracias—río—. Ahora, vayamos a la iglesia, no quiero llegar tarde a mi boda.

Salimos de la habitación, pasando toda una travesía hasta la limusina, dónde tomo la copa de champán que me ofrecen mientras muerdo mi labio sintiendo mi corazón latir con fuerza.

Voy a casarme. Jodidamente voy a casarme.

***

Llegamos al salón y sonrío, viendo a todos los soldados vigilando y formando un camino por el que debo pasar para entrar.

Estos también detienen a la prensa, que dispara sus flashes en nuestra dirección en busca de conseguir algo de material.

Christopher y yo decidimos no casarnos en una iglesia, y la razón es que en nuestras familias hay dos religiones.

Destined [Christopher Morgan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora