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Jimin se encontraba en el cuarto de la academia donde Lía residía, era de mañana y debía contarle que clase de persona era el señor Waldo

—Él nunca me amo —Dijo Lia con lágrimas en los ojos

Jimin estaba sentado en la cama totalmente arrepentido de haberle hecho falsas ilusiones, aunque tenía experiencia leyendo a las personas y con tales éxitos supuso que el señor Waldo deseaba de Lia una esposa.

—Lia, yo lo siento mucho —Dijo Jimin —le di entrada a tu vida tan fácil que ahora no sé cómo disculparme.

—¡No lo culpo, Joven Jimin! —Dijo de inmediato, sus ojos brillaban en lágrimas
—He de admitir que competir contra usted ya es un honor, así que...

—Lia —le advirtió —Yo lamento haber dejado entrar a tu vida a ese hombre y que te enamores de él

—Todas sus visitas siempre fue para verlo a usted, él te ama —entonces rompió en llanto como una mujer tan desdichada.

—Ama mi fortuna y la posición social que le ofrecería estar conmigo —Dijo con total molestia, ciertamente le contó lo que el señor Waldo le propuso, pero no lo que le hizo, su labio tenía una herida por dentro, así que no se reflejaba por fuera.
—Además, estamos hablando de dos hombres, ¡qué deshonra para nuestro género, qué ridículo!

Esperó ansioso la respuesta de Lia.

Ella limpió su nariz y miró un punto fijo de su habitación.
—Ni si quiera me había fijado que se trataba de dos hombres

—Es algo inusual —Le dijo, esperando obtener otra respuesta, pero positiva

—Sí, por su puesto que es inusual —Le respondió Lía, Jimin asintió desviando la mirada
—Pero que sea inusual no significa que siempre esté mal, yo creo en el amor, Joven Jimin, y si es con otra mujer, lo aceptaré

—Lo aceptarías así, sin más —cuestionó Jimin bastante sorprendido, incluso orgulloso de su respuesta.

—Si se trata de amor, sí —le contestó ya más tranquila, Jimin decidió no hacer más preguntas para no levantar sospechas.
De pronto Lia se puso de pie rápidamente y agarró el cuadro enmarcado por el señor Waldo e intento destrozarlo.

—¡Espera, no hagas eso! —exclamó Jimin corriendo hacia Lia, no tuvo que forcejear con ella, fácilmente lo soltó así como también nuevas lágrimas.
Su cara estaba totalmente hinchada de tanto llorar por un cobarde.

—Es que lo veo y me recuerda a él —expresó con desilusión y rabia

—Destruye o quema el marco, pero no la pintura —Dijo Jimin, Lia cubrió su rostro con ambas manos y él se acercó a ella.

—Me lo llevaré y atesoraré la pintura de mi amiga —le dijo —Le pondré el marco más bonito de todo Hearfilt

—Es usted tan amable, joven Jimin —Ambos se abrazaron rápidamente. Una conducta tan comprometedora podría poner en riesgo su amistad, siendo Jimin su institutriz de cabecera no tenía que involucrarse de tal forma indecorosa para la formación de una dama.

—Vendré mañana —avisó Jimin antes de irse.






En su viaje de regreso a casa, su carruaje traía descapotado el techo, fresco para respirar el aire de la naturaleza, Jimin a menudo pedía parar su carruaje y admirar el resplandor y hoy lo necesitaba más que nunca.

—¿Por qué tenemos miedo? —se preguntó.

La gente sigue tendencias de conductas, si te dicen que lo hagas, lo haces; si te dicen que está mal, está mal.
¿Qué pasaría si alguien va en contra?
Un niño aristócrata que comete un error, sería castigado por sus padres, pero un adulto aristócrata es castigado por la santa inquisición.

HATE to LOVE |KOOKMIN| SITUADO EN 1812Donde viven las historias. Descúbrelo ahora