06

138 19 0
                                    

Esa misma mañana, Kim Taehyung tomó su caballo y partió a otro lugar lejos de Hearfilt.
Dijo que se haría un corte de cabello en la mejor barbería de Francia, regresaría en dos días, así que dentro de dos días sería la fiesta oficial para Kim Taehyung y todo el pueblo estaba invitado, seguramente sería la más grande fiesta.

A medio día, Jimin regresó a casa, su padre ya lo esperaba en el carruaje, subió a su recámara para cambiarse los zapatos y regresó al carruaje.

Como cada domingo y buenos aristócratas religiosos, asistían a escuchar los sermones del clérigo Amateo, ya que desde que el clérigo Waldo se fue, Amateo había estado dando las misas, vaya que era bueno, al menos no se dormía cada cinco minutos.

Pasaron por la academia de la señorita Nails y Lia subió.
—Señor Doroteo Hamilton, joven Hamilton —saludó como de costumbre.
El señor Hamilton rebuscó en su saco y extendió unos macarrones envueltos en una servilleta los cuales se los entrego a Lía.

—¿Qué te dan de desayuno allí? —preguntó como típico papá preocupado, Jimin sonrió de encanto.
—Seguramente avena. Tomalas, come un poco de azúcar, siento que en cualquier momento te desmayaras.

—¡Muchas gracias, señor Hamilton! —agradecida, comió un macarrón y le ofreció a Jimin.

—Gracias —él dijo después de tomar uno.
—Padre, invitemos a los Weberlin a la casa, la última vez no pudieron llegar por un asunto familiar, seguro ansían poder reunirse contigo.

—Si ellos quisieran reunirse conmigo, habría mandado a su mensajero para acordar nuevo día, seguramente me sigue odiando.

Lia escuchaba atentamente sin entender.

—Él no te odia padre, el señor Weberlin es consiente de que mi madre Victoria te prefirió a ti antes que a él.

—¡Oh! —exclamó Lia cubriendo su boca.

En el camino para llegar a la iglesia, el señor Hamilton narro como su difunta esposa lo había preferido por encima de todos los hombres ricos de esa época.
¡Ah!, Jimin amaba escuchar hablar de madre, su padre siempre terminaba recitando un poema sobre ella, era un bonito delirio.

Al llegar descendieron y entraron a la iglesia, era buena hora, pero al adentrarse se encontraron con todo el mundo bastante inquieto.

—¿Pero qué sucede aquí? —lanzó la pregunta al aire

—¡Oh, joven Hamilton! —se acercaron unas mujeres solteras de la zona.
—Después de los dos meses que el Clérigo Waldo tomó otras rutas, por fin regresó para seguir dando misa y sermones en la iglesia de HearFilt.

—Deben estar fascinadas —comentó Jimin, acercándose junto a su padre y Lia hacia el grupo de mujeres que rodeaban al clérigo.

—¡Es un infeliz! —exclamó enojado el señor Hamilton, pero rápidamente cubrió su boca, pues estaban en el templo de Dios
—¿Cómo se le ocurre regresar?

—Él naturalmente debía regresar a Hearfilt, es la zona que él debe cubrir —dijo Jimin

—Permanece a mi lado, hijo, si tengo que golpearlo lo haré.

—Por su puesto que no lo harás, padre, solo crearás un escándalo innecesario.

Aún con todo el odio que el señor Hamilton tenía de tan solo ver al clérigo Waldo, mostró sus modales a pesar de saber lo que el señor Waldo hizo con su hijo.

—¡Señor Hamilton! —saludó aquel cobarde

—Señor Waldo, que alegría para las damas tenerlo de vuelta

HATE to LOVE |KOOKMIN| SITUADO EN 1812Donde viven las historias. Descúbrelo ahora