Bastardo (Kosair Trovi)

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Los días pasaron, Khian no volvió al palacio lo que se le hizo extraño al gobernador ya que siempre escuchaba que aquel niño ya estaba en el ala norte o en el jardín, incluso le jugaba bromas, pero nada. Tal vez su amiga estaba enferma nuevamente, es cierto que llevo a su esposa para que la conociera y no dudará de ella, solo la vio dormida.

— Khian no ha venido al palacio y eso me preocupa - el soberano comento a su esposa sobre su preocupación - me gustaría visitarlos, ¿Me acompañaras mi reina?
— el niño, es verdad, ¿Está bien ir sin avisar? - no parecía buena idea
— si, amatista siempre nos recibe aunque esté ocupada, pero sería algo bueno visitarlos - hablo sonriendo - aparte, le llevaré algo a Khian, quiero que se quite eso de la cabeza
— ¿"Eso de la cabeza"? - pregunto la mujer con duda, el chico suspiro, la mujer entendió que quizás era el velo que siempre llevaba el niño
— últimamente pregunta quién es su verdadero padre...dejo de llamar a Mckenna papá, eso lo deprimió gravemente - hablo viendo su comida - y es algo que nosotros no queremos que sepa, pero tampoco le podemos dar una respuesta ya que no sabemos quién es su padre - hablo para comer un pedazo de carne
— ..., ¿De dónde es la chica? - pregunto con duda y curiosidad
— es de oriente, para ser exactos de la frontera, ella trabajaba en las cantinas como bailarina y solía vender flores - respondió mientras tomaba agua
— ...ya veo - la mujer sabía que algo no cuadraba, y estaba al tanto de una situación que sucedió en la frontera - ¿Crees que la señorita .          . me responda una pregunta?
— claro, siempre y cuando no sea algo ofensivo te lo responderá, su familia actualmente está en una buena situación y ella es muy buena leyendo el destino, se podría decir que es como una gitana pero no lo es - hablo sonriendo mientras terminaba de comer - saldremos en unos momentos, prepararé el carruaje - salió del salón rápido
— su alteza, creo que debería llevarse bien con la señorita Sticlă, es alguien respetada en la sociedad de occidente - hablo Rose una de las damas de compañía - pero de algo que se es que ella y su hijo, dejaron de venir de un día para otro cuando vinieron de visita lo que es muy raro - la mujer ayudado a la reina para arreglarse
— ¿Su hijo que edad tiene? - pregunto la rubia mientras veía a la chica
— 5 años, pero mi hermano le tiene aprecio por qué es bueno con la espada, no me extraña que el niño le pregunte quién es su padre, si nunca lo conoció - Rose se detuvo un momento - pero es entendible, la señorita Sticlă tuvo a Khian con tan solo 15 años era una niña...nadie excepto tres personas saben lo que pasó - hablo triste era una niña atrapada en el cuerpo de una mujer

Cuando ambos gobernantes salieron del lugar estaba en silencio, Heinrey llevaba dos regalos, uno era un peluche y otro una caja, no podían llegar con las manos vacías, ella llevaba una caja con aquel peluche que encontro en su paseo ese día que conoció al niño.

Pov Navier Trovi

Al llegar de nuevo a dónde fui, la anterior vez era de noche y no se veía muy bien, el lugar era enorme, al bajar iba a entrar por la entrada principal pero Heinrey me llevo por otro lugar

— me dió la llave de aquí, vamos a entrar - abrió una puerta que estaba cerca de la entrada, al entrar había escaleras - mi reina vamos, hay un pasillo más arriba
— ¿Eh? - no había nadie o eso creí ya que escuché risas, observe a Khian jugar con una persona
— oh veo que me reemplazaste - hablo Heinrey pero Khian sonrió para abrazarlo sin dudar
— tío Heinrey, jejeje mamá está revisando unos papeles, ¿Vienes de visita? - pregunto sonriendo feliz
— si, pero es una sorpresa así que no le digas a tu mamá ¿Sí? - hablo sonriendo también
— sobre eso, no le puedo mentir a mamá, ya le dije que fui a verte el día que le mentí con el sastre - hablo triste, este niño es muy sincero, no creo que mate una mosca sin decir su pecado
— disculpa Khian, se te olvidó algo - hablé mostrando aquella caja que llevaba conmigo el se acercó para abrir la caja
— señor orejas - hablo sonriendo mientras me abraza y toma su peluche - el señor oso y el señor orejas juntos de nuevo, ¡Vamos a robar unas galletas! - se fue corriendo dando saltitos