haerin's mind | daerin.

just leave me alone

Danielle solía tener su delgado cuerpo con necesidad de descansar luego de realizar trabajos pesados. Es como si le pidiera que no haga cosas bruscas muy de golpe. Le había mandado a sus padres que pasaran por ella a la escuela, porque estaba a nada de deshacerse físicamente luego de gastar más energía en el día. Su cabeza y cuerpo dolían, su madre pasando paños húmedos en su frente. Estaba realmente sufriendo.

—Eres tan dramática —negó con la cabeza su madre —solo fue un par de horas que te obligamos a permanecer parada y haciendo cosas.

—¿Quizás me insolé? —sonrió buscando algo que la haga sentir mejor, sintiéndose peor cuando el dolor en sus piernas se transformó en ardor —ah, cuando voy al médico mis estudios salen bien.

—tienes alergia a los trabajos pesados quizás.

Ambas se quedaron brevemente en silencio, soltando risas por ello. Danielle se sentía terriblemente mal, pero no podía hacer mucho más. Quizás era por el estrés, pero siempre que iba a realizarse chequeos médicos, su delgado y pequeño cuerpo estaba sano.

—iré por analgésicos. Si necesitas algo, papá y tu hermana están en la cocina. ¿sí? seguro tratarán de alejarse si te acercas porque dicen que no quieren pestes.

Su madre se retiró luego de un leve asentimiento acompañado de risas por parte de Danielle. La australiana había estado en cama por más tiempo del que había esperado, pero sus músculos la seguían torturando, así que necesitaba más descanso. Quería charlar con Haerin, pero sabía que su padre le había quitado el celular, así que suspiró y decidió ver a quién podría hablarle. Danielle siempre estaba activa socialmente, sin importar su estado de ánimo. Haerin suele usar con ella un pequeño apodo como "hadita de la sociabilidad" y prosigue a molestarla diciendo que sin eso, moriría. 

 «¿estás segura de no hacerte cargo de esto?» leyó. arrugó su frente, uniendo sus cejas con curiosidad, y abrió el chat, ubicando en esa foto enviada el pequeño cuerpo de haerin siendo abrazado por Niki. 

—¿qué mierda? —pronunció. su cuerpo sufrió una descarga de dolor por presionar su puño.

«¿ahora te encargas de acosar a la gente?» envió con enojo, jungwon no debería por qué tener que meterse en la vida cotidiana de Haerin. 

«Estoy siendo tu mensajero, Dani. ¿Está mal?» 
«Eres una amiga cercana. Lo hago por tu bien»

—¿el bien de qué? —susurró para ella misma, tipeando con rapidez. 

«¿qué mierda quieres?» mandó. Su uña del dedo índice sufriendo el nerviosismo que escalaba lentamente en su corazón. «no metas a haerin en esto»

«sal conmigo y no veré más a Niki y a Haerin a escondidas, tampoco hablaré del tema»

«hecho» contestó con rapidez. ¿Estaba loco? seguro. Podría haberle dicho que quería salir con ella sin necesidad de meter a su mejor amiga en eso 

«Ve al psicólogo de paso» se atrevió a mandar. Jungwon reaccionó a su mensaje.

«¡Iremos juntos!» 

La pelinegra, fastidiada, pataleó en desacuerdo. Ella no lo necesitaba, porque llevaba sus problemas personales sin problemas hacia otro lado cuando se le hacían muy pesados, y aún no había nada por lo cual preocuparse. Se aferró a su frazada, tirándola encima de su cabeza y haciéndose bolita cuando sintió a su madre tocar de nuevo la puerta. —no estoy de ánimos, mamá. 

—No soy mamá —oyó la distinguida y tímida voz de Haerin. Danielle salió de su escondite, arreglando sus cabellos y también parte de su ropa aunque decidiera taparse con la manta. —¿puedo pasar?