let's do it together 2

877 106 9
                                    

La música sonaba insoportablemente fuerte en sus oídos. Si bien siempre se había creído sensible ante aquello, no quiso hacer muecas para parecer realmente afectada o rara. Lo que se supone y era una reunión de pocos amigos, se transformó en... una fiesta de adolescentes sin control parental. Danielle y Niki hablaban sonrientes con chicos que no conocía, y Haerin fingía oír asintiendo a lo que decían sin entender.

—No sabía que tenías una amiga tan linda. —sonrió el desconocido. La castaña sonrió, sin haberlo oído aún. —¿Me pasas su número?

El japonés elevó su ceja, mientras Danielle rodaba sus ojos con una sonrisa. —¿Por qué crees que te daría su número? vete a la mierda.

Se dió la vuelta, tomando la mano de la menor. Niki rió, tocándole el hombro al chico que no entendía la situación, dejándolas a ambas huir hacia la cocina.

Haerin abultó sus labios. —¿Que ocurrió? ¿Te dijo algo desagradable?

Danielle sirvió un poco del líquido rojo que había en un bowl gigante para calmarse. Era dulce, muy dulce. Dudaba que tuviera alcohol, así que le dió un gran sorbo y luego le permitió el vaso a Haerin, obviandole que aquello no tenía alcohol. Haerin sonrió, encontrandolo totalmente exquisito, y pidió un poco más.

—No me has contestado, Dani...

—Él solo pidió tu número con esa sonrisa arrogante que odio en los chicos. —contestó finalmente, tomando aún del vaso. —No mereces eso.

—¿E-en serio lo hizo? —se sonrojó un poco. —él quizás solo quería hablar.

La australiana dirigió su mirada hacia ella. —definitivamente no. Y tú eres muy inocente. —soltó una risa, como si quisiera soltar otro tipo de comentario respecto a eso, mordisqueando mejor el borde del vaso. —los chicos son como lobos, Riri. Ellos siempre vendrán con buenas intenciones.

—Oh. —dijo un tanto triste. —tú entonces has estado con muchos lobos. —soltó en chiste. Danielle rió con ironía.

—Por eso los conozco mejor que tú, ¿de acuerdo? —pellizcó su mejilla. —Ven, vayamos por Hanni y Minji. Serán mejor compañía.

Haerin asintió, tomando la mano de la mayor mientras pasaba por todos esos lugares llenos de gente, no sin un vaso de aquel líquido delicioso que habían probado antes. Llegaron sin problemas hasta la otra punta de la sala, justo en uno de los sillones grandes y oscuros. Minji sonreí mientras acariciaba la pierna de Hanni, y ella sonreía como si estuviera presumiendo aquel toque. Danielle rió.

—¿tienes miedo de qué te roben a Hanni, Minji? —bromeó sentandose en el sillón de en frente, Haerin sentandose en el respaldo. —No creo que se aleje mucho de ti, es tu otra mitad.

—Lo sé, solo que mis manos van directamente hacia ella sin quererlo. —sus ojos se cerraron en una total mueca sonriente. Luego miró asombrada hacía la menor. —¿Haerin? estás muy linda.

—Gracias —se echó a reír un poco tímida. —tú, estás... ¿bien vestida?

El comentario hizo reír a Hanni. —¿es lo único que tienes para decirle?

Haerin apretó sus labios, en una mueca derrotada. Danielle miró aquello.

—Supongo que notó tu relación con Minji y no quiso ser maleducada contigo ahí encima. —su mirada se volvió un tanto tosca, haciendo suspirar a la vietnamita. —¿verdad, haerin?

—Oh, sí. —mencionó mirando al suelo, jugando con su mano que sostenía el vaso.

Hanni mordió su labio inferior. La culpa golpeó inmediatamente su corazón viéndola tan tímida. —Haerin, tú también estás muy bien vestida, y te ves hermosa. —sonrió de tal manera que fue convincente hasta para Danielle.

haerin's mind | daerin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora