IV - Sospecha

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Buscaba con la mirada una cabellera azabache que pertenecía a su amante, con quien había quedado de verse en aquel hermoso parque. Era un sábado de tarde, por lo cual había bastantes personas caminando por allí, haciendo pícnic o simplemente vigilando a sus hijos, quienes jugaban en los columpios o alguna otra atracción del lugar.

Miraba la hora en su móvil, mientras esperaba sentado en una de las bancas de la zona. Sunho ya llevaba veinte minutos de retraso y eso lo estresaba en sobremanera, ¿Acaso pensaría dejarlo plantado?, Ya comenzaba a preocuparse. Pero toda duda se dispersó cuando por fin pudo visualizarlo a lo lejos, aún portaba su traje, por lo que imaginó que no le había dado tiempo de cambiarse de muda, pero no le molestaba.

Soltó un suspiro, mientras que lo veía llegar a donde se encontraba, tomando asiento a su lado.

—Lamento la tardanza, Tae. La reunión demoró más de lo previsto—se rascó la nuca.

—Tranquilo cariño, sé que eres un hombre ocupado—acercó una de sus manos a la nuca del contrario, acariciando los mechones azabaches que se encontraban en esa zona.

—Y bien, ¿De qué querías hablar? —preguntó algo incómodo.

—Sobre eso—se removió en su lugar—, Quería contarte sobre lo que me pasó ayer. Me han despedido de la galería—dijo mirando al suelo.

—Oh Tae, lo siento tanto.

—Y lo peor es que necesito el dinero, no sé qué es lo que voy a hacer—se cruzó de brazos.

—Ya encontrarás algo, eres muy talentoso y apasionado en lo que haces.

—Sí, dile eso al del alquiler. Tengo deudas encima.

—Encontrarás una solución, eres bueno adaptándote.

—Supongo que tienes razón. Por lo menos sé que no estoy solo en esto, te tengo a mi lado para apoyarme—le sonrió, tomando su mano y entrelazando sus dedos.

—Si sobre eso—desenredo su mano del agarre, extrañando al azulejo—, Creo que deberás seguir por tu cuenta. Sé que estarás bien, eres muy independiente.

— ¿A qué te refieres, amor? —preguntó haciéndose el desentendido, esto tenía que ser un error, no podía estarle pasando y menos en un momento como ese.

—Que quiero terminar con lo nuestro—y allí estaba, lo que menos necesitaba en este momento.

—Pero, ¿Por qué?, ¿Acaso hice algo mal? O ¿Hubo algo que te disgustara?

—No, nada de eso.

— ¿No fui bueno en la intimidad?, si es eso, puedo cambiar. Pero por favor, no me dejes—odiaba tener que rogar, él era alguien orgulloso y no se rebajaba a nadie, pero necesitaba a ayuda de Sunho, era el único con el que podía contar económicamente.

—Lo siento, Taehyung, ya no siento lo mismo por ti. Fuiste un gran amante y me regalaste el mejor sexo que he tenido, no te lo tomes personal, simplemente pasó y ya. No hay nada que hacer—se encogió de hombros—. Pero si gustas, puedo prestarte alguna cantidad y...

— ¡Eres un imbécil, Sunho! —exclamó levantándose de su asiento—, ¿De verdad crees que con darme dinero todo estará bien? No soy ninguna puta a la que puedes comprar con tu dinero—tomó su bolso con la sangre hirviendo—. No necesito de ti ni de nadie, espero que te vaya bien con tu nueva amante.

Salió caminando a paso veloz, dejando al azabache con la palabra en la boca. Daba fuertes zancadas mientras salía del parque sin un rumbo específico, pues no estaba pensando con claridad debido al enojo. Se sentía verdaderamente ofendido, había herido su orgullo como hombre, ¡Hasta le había rogado! No lo podía creer, era increíble.

Hechizo [HopeV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora