—Según los resultados de los análisis, el paciente presenta gastritis erosiva—informaba el especialista, observando los análisis antes mencionados—. Debemos realizarle una endoscopía para determinar si es aguda o crónica.
— ¿Eso es muy grave? —preguntó el azabache, tomando la mano del azulejo, que se encontraba dormido en la camilla de la sala de urgencias.
—Aun no podemos deducirlo. Este tipo de gastritis se exhibe por hemorragias, pero puede llegar ser peligrosa si se manifiestan erosiones profundas o úlceras, aunque es poco probable por el tiempo en que se presentó. De todas formas en un rato se le realizara la endoscopía para asegurarnos y saber que tratamiento encomendarle.
—Está bien. Muchas gracias, doctor—hizo una reverencia. El médico, junto con los pasantes salieron de la sala, dejándolo solo con el menor.
—Todo estará bien, Tae. Prometo que todo marchará bien.
Luego de unas horas, Taehyung fue sometido a una endoscopía gastrointestinal, que fueron los treinta minutos más largos de su vida. Golpeaba su pie contra el suelo repetidas veces como un tic nervioso, aunque trataba de respirar profundo para tranquilizarse. Jimin se había disculpado hace algunas horas atrás, lo habían llamado del trabajo para que atendiera una clase de imprevisto, pero dijo que estaría al tanto.
Después de unos minutos más de tortura, las puertas se abrieron, dejando pasar la camilla con el paciente, siendo llevada por los enfermeros hasta la sala de urgencias donde anteriormente se encontraba. Seguidamente, apareció el médico, retirando su mascarilla para poder hablar cómodamente. Inmediatamente, se levantó avecinándose al susodicho.
— ¿Y bien doctor?
—Por lo visto se trata de una gastritis erosiva aguda, tuvo suerte de que no pasara a mayores complicaciones. Si hubiesen tardado más, habría que someterlo a cirugía. Por ahora le administraremos un tratamiento para estabilizarlo, y en unas horas le daremos el alta. Le daré una receta con la medicación que debe seguir en casa. No debe saltarse nada, de lo contario podría empeorar.
—Entendido doctor, muchas gracias.
Un peso se le había quitado de encima, al menos Taehyung se recuperaría pronto. De verdad se había angustiado, pero todo había salido a su favor. Con más razón ahora debía de sincerarse, no podía seguir posponiendo el asunto, era importante que el azulejo conociera sus orígenes, solo esperaba que lo aceptara tal y como era, no quería perderlo. Le quería, deseaba poder permanecer a su lado el tiempo que se le concediera, formar una familia y todo lo demás. Y para eso debía empezar con la verdad, por experiencia sabía que ocultar las cosas no traía nada bueno a fin.
Por consiguiente, habiendo cumplido con el tratamiento, el menor fue dado de alta. El especialista le había recetado unos fármacos para bajar la acidez, porque aquí ya se habían encargado de la eliminación del agente nocivo, pero de igual manera también había recetado algunos antibióticos.
Ayudo a Tae a trasladarse hasta la silla de ruedas, una vez listo lo empujó por los pasillos hasta llegar a la recepción, donde firmaron el alta. Luego, lo ayudó a levantase, sosteniéndolo de la cintura, mientras el brazo del contrario pasaba detrás de su cuello, apoyándose en su hombro. Salieron del hospital caminando a paso lento hasta el estacionamiento, aún estaba un poco débil por el tratamiento, pero nada de lo cual preocuparse.
El blondo le había dejado las llaves de su auto, para que una vez a Taehyung le dieran el alta, se le facilitara el llevarlo a casa, y no pudo estar más agradecido. Después de ayudar al menor a subir al asiento de copiloto, se adentró en el lugar a su lado, tomando el volante y dando reversa, saliendo del hospital y tomando carretera.
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Hechizo [HopeV]
Fanfiction¿Has escuchado alguna vez sobre la leyenda de las brujas?, sí, esas que hacen maleficios y hacen pactos con el más allá. Aquellas que sí las ves, debes reportar, para así ser echadas en la hoguera. ¡Ten cuidado!, no todo es lo que parece. Yoongi s...