— ¿No crees que estás siendo un poco dramático?
Blitzø puso sus manos sobre su cadera y arqueó una ceja. Millie se cruzó de brazos, manteniendo el cañón del revólver lejos de ellos y dando la espalda a los blancos que estaban dispuestos en diferentes lugares de su zona de práctica favorita.
— Estamos hablando de Moxxie.
— Sí, y él es muy dedicado a su trabajo.
— Es un mandón. —Blitzø hizo una mueca desagradable—, Ya es demasiado tener que lidiar con Felix que está en el camino de hacerse un adicto al trabajo igual que Vox, pero ahora debo lidiar todos los días con Moxxie que constantemente está juzgando cómo hago las cosas.
— Creo que intenta ser justo. —Millie intervino.
— No es justo que me diga que no puedo dictarle mis reportes a Felix. El chico escribe a la velocidad de la luz. —Blitzø dejó caer su cabeza hacia atrás—, Yo tengo dislexia, discalculia, disgrafía y todos los dis que te imagines.
— ¿Se lo has dicho...?
Blitzø se enderezó y la fulminó con la mirada. Millie se encogió de hombros y le sonrió con astucia antes de darle la espalda. El hecho de que ella tuviera un punto razonable no significaba que Blitzø estuviese feliz con ello. ¿Por qué no podía simplemente regañar a Moxxie por él? Millie obviamente disfrutaba tener ese con ellos dos en donde era dulce pero firme. Un escalofrío recorrió su espalda y sus espinas se levantaron en alerta. Blitzø miró a su alrededor y podría jurar que Alastor seguía ahí, entre las sombras, juzgándolo, vigilando que su petite estuviese bien. Él rodó los ojos y se acercó detrás de Millie, rodeándola por la cintura y tomándola por sorpresa. Pero como había imaginado, a Millie no tenía un gatillo débil. Él sonrió de costado y besó el cuello de la mujer. Si Alastor iba a actuar como padre sobreprotector, era muy su problema, él no pensaba bajar su intensidad por un armatoste de pecador.
— Vas a hacer que dispare o suelte esta cosa. —Ella lo miró con fingido reproche.
— Tienes manos firmes y buen equilibrio. —Blitzø se encogió de hombros, apretándola más contra él, sintiendo una satisfacción inigualable al sentir su pequeño cuerpo contra el suyo—, Eres tan ágil y diestra que creería que creciste en el circo.
Maldita sea, le gustaba tenerla así. Millie hacía fácil el contacto físico. Blitzø sentía que cualquier otro demonio se burlaría de él por querer algo de afecto o atención, pero Millie siempre ponía la sonrisa más perfecta cuando la abrazaba de esa forma ¿Cómo se suponía que él se detuviese? Ella se acurrucó contra su pecho y una de sus manos se apoyó sobre las suyas, manteniéndolo ahí. Era como si ella no quisiera que la soltara y él quiso reírse, de los dos, él era el último que querría dejar de tocarla. Blitzø apoyó su mentón sobre la cabeza de Millie y contuvo el deseo de cargarla en brazos y simplemente sostenerla contra él. Era aterrador saber que Millie lo dejaría hacerlo, que ella se reiría, se sostendría de su cuello y seguiría conversando con él como si nada. Como si fuese normal, correcto y fácil estar así de cerca.
Estaba jodido.
Con Moxxie las cosas eran más claras, el otro imp se avergonzaba fácilmente y la mayoría de su dinámica era poner nervioso a Moxxie, verlo irradiar ligeramente y refunfuñar hasta que Blitzø lo desarmase en sadístico placer. Era fácil competir con Moxxie y degradarlo de la forma que les gustaba a ambos. Ese idioma él podía entenderlo, porque fácilmente podía ser algo casual. Sí, Blitzø podía sentir cosas por Moxxie, pero gracias a su dinámica él estaba alerta y controlado, así que sabía qué hacer o cómo ocultar sus emociones.
Con Millie a veces debía recordarse que no era su novia porque ella, lo cual era muy difícil porque no importaba qué hiciera, ella no lo detenía, no le decía que estaba siendo dependiente, intenso o estaba actuando raro al abrazarla tanta. Millie recibía sus atenciones, las implementaba o las iniciaba como si fuese algo totalmente normal entre ellos. Blitzø a veces temía perderse en sus impulsos y terminar soltando palabras de alto calibre o hacer algo estúpido como derramar sus emociones frente a Millie. Era tan fácil estar con ella que sus defensas se bajaban y temía terminar besando sus manos como un tonto enamorado o suspirando con demasiada añoranza cuando besaba su cuello porque le gustaba como olía.
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Virtue and Vice
FanfictionCuando Lucifer otorgó la posibilidad de pactos entre demonios y pecadores, obligó a los Overlords a servir como ejemplo. Desde entonces las mareas de cambio se extendieron. Y de repente, la hostilidad de la ciudad comenzó a disminuir. Pero la redenc...