Lan xichen veía como poco a poco Jiang Cheng se iba quitando su camisa de botones dejando a la vista un brassier morado de encaje qué contrarresta con su piel, cuando bajó la camisa Lan Xichen se quedo un momento admirando a Jiang cheng
Jiang Cheng se sobresalto al sentir como un bulto ya muy conocido empezaba a crecer donde estaba sentado, Jiang cheng se movió haciendo que Lan xichen soltara otro gemido y lo volteara a ver con clara advertencia, hasta pudo jurar ver un destello de color dorado en su ojos.
—A-Che— Lan Xichen no pudo terminar la frase ya que unos labios feroces se habían apoderado de el, Jiang Cheng entrelazo sus manos en el cuello de Lan Xichen mientras se movía un poco más rápido, Lan Xichen estaba desabrochando rápidamente el pantalón de Jiang Cheng tratando de quitarlo, Jiang Cheng sin romper el beso se levantó para que fuera bajando el pantalón, de alguna manera lograron quitarlo y fue cuando Lan Xichen lo vio, Jiang Cheng se levantó quedando de pie con la luz de la luna entrando por la ventana qué había en la sala, como todo un líder, Jiang Cheng se veía inquebrantable, el morado del brassier hacia resaltar sus facciones, fue bajando la mirada por su abdomen bien marcado y su estrecha cintura, había un calzón morado de encaje estaba un poco alto simulando tener piernas más largas, unas piernas tan esbeltas y bien entrenadas.
Quedarían perfectas para un collar pensó Lan Xichen lamiendo se los labios.
—¿Y bien? — Jiang Cheng se dio la vuelta dejando ver su larga cabellera, luego la tomo para moverla de lado y permitirle a Lan Xichen apreciar su espalda, los tirantes hacían resaltar ahora su cintura.
—Así como para dejar todo un camino de marcas... —Lan Xichen pensó en voz alta.
Cuando Jiang Cheng estaba por darse vuelta, unas grandes manos rodearon su cintura y su cuello, atrayendo lo al sillón nuevamente, Jiang Cheng podía sentir un palpitar en su entrada qué ansiaba por obtener lo que es suyo.
—Soy el más afortunado de tenerte a mi lado A-Cheng — Lan Xichen iba besando su cuello dejando suaves marcas y pequeñas mordidas.
—¿Te gusta? —Jiang Cheng se estuvo cocinando a fuego lento desde el momento en el que la Xichen puso su mano en su muslo en el carro, ahora no había quien lo pare, empezó a dar pequeños círculos sobre Lan Xichen sacándole más gemidos, Lan Xichen bajo una mano del cuello de Jiang Cheng a su miembro mientras por encima de la ropa comenzaba a acariciar lo.
—Me encanta... —Lan Xichen dejo una gran mordida en su cuello sabiendo que dejaría marca —espero que la señorita Yanli no se enoje si no vas a trabajar mañana.
—A-Huan, no la puedo dejar sola mh~ — Jiang Cheng estaba empezando a soltar pequeños jadeos mientras iba aumentando la velocidad de sus caderas, Lan Xichen también iba aumentando la velocidad de su mano.
—Tendré que llamarla mañana entonces — Lan Xichen soltó de repente a Jiang Cheng, antes de que este pudiera renegar se levantó cargando lo en el trayecto y comenzó a besarlo, Jiang Cheng se sujeto a su cuello mientras corresponde el feroz beso de Lan Xichen.
Lan Xichen iba camino a la habitación donde tenían todo lo necesario, al llegar Lan Xichen se sentó en la cama con Jiang Cheng sobre el, Jiang Cheng quito sus manos del cuello de Lan Xichen y se pudo a desabrochar su pantalón, lograron sacarlo sin tanto problema, Jiang Cheng recostó en la cama a Lan Xichen, este trataba de tocarlo pero Jiang Cheng le daba manotazos, haciendo que Lan Xichen soltara pequeñas risitas.
—¿Me dejaras hacer algo al menos? —pregunto Lan Xichen divertido.
—No si mañana quiero ir a trabajar — Jiang Cheng agarro estiró su mano a la mesita de noche que tenían al lado de la cama para sacar un lubricante, Lan Xichen lo dejaba hacer lo que el quería, le gustaba estar modo espectador en este momento, teniendo a Jiang Cheng encima, con su cabello suelto, un hermoso traje y con esa mirada llena de lujuria qué tenía en este momento que seguramente no sabe que esta haciendo.
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La tienda
FanfictionWei ying... ¿Qué pasa Lan Zhan? Es peligroso... Solo estaría devolviéndole el favor a Dianxia - guiña el ojo- Además, no creo que el tuerto se enoje ¡jajaja!. Lan Wangji suspira y solo ve como Wei Wuxian empieza a dudar de cual lencería le quedaría...