Taehyung es un importante ceo, multimillonario, guapo y soltero, el hombre más cotizado del país.
Un día su auto se avería en medio de una parada de bus, se ve en la obligación de bajarse y sentarse en la parada a esperar que la grúa llegué, repent...
—Tuvo una contusión cerebral debido al golpe, por suerte no hay fracturas graves en otra parte de su cuerpo. —Le explicó Yoongi a Namjoon.
—¿Y cuando despertará?
—No lo sé con certeza, Namjoon, debes esperar.
El peligris suspiró y solo asintió. —Vale, gracias por tu ayuda, Yoongi.
—No hay de qué, ahora me retiro. —Abrió la puerta de la habitación y salió por esta.
Un quejido se escuchó en la cama, inmediatamente Namjoon se levantó del sofá de visitas y se acercó al pelinegro que estaba reincorporándose lentamente. —¿Cómo te sientes? —Fue lo primero que le preguntó.
Jin frunció el ceño, miró su alrededor sumamente confundido, tragó saliva intentando recuperar sus fuerzas a la hora de hablar. —¿Tú quién eres? —Cuestionó en un susurro.
—Kim Namjoon, lo siento mucho, soy la persona que te arrolló por accidente, enserio lo siento.
El ceño de Jin se frunció aún más. —¿Y tú sabes cómo me llamo? ¿Quien soy?
En ese instante el mundo de Namjoon se cayó a pedazos, el chico de ojos azules y cabellera negra había perdido la memoria por su culpa.
Esto no podía estar sucediendo justo ahora.
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Yoongi caminaba hacia su oficina, cuando fue tomado bruscamente del brazo, dió un suspiro como si ya supiera lo que estaba apunto de suceder.
—Por favor, solo hablemos.
Con suavidad apartó la mano que sostenía su brazo. —No insistas.
—Yoongi, por favor, es solo un bebé.
—Hoseok, te he dicho miles de veces que no tendremos un bebé. —Lo encaró, el rubio tragó saliva y sus ojos se cristalizaron. —Esto... —Se señaló y luego al rubio. —Esto no fue por amor, fue por dinero.
—Pero, yo te amo. —La voz de Hoseok se quebró.
—No llores, no aquí. —Lo agarró del brazo llevándolo hasta su oficina donde cerró la puerta con llave. —Ya hemos hablado de esto muchas veces, solo estamos casados por un arreglo, tú no me amas ni yo te amo, no tendremos hijos, no tendremos una jodida familia porque no somos más que dos personas que se casaron por conveniencia. —Su fría mirada heló a Hoseok por completo.
Hoseok sollozo. —Mi amor, no yo, no es lo que yo quise decir, eso fue un error. —Sus manos intentaron tocarlo pero él se apartó. —No me digas esas cosas, estamos juntos desde niños, tú eres mi otra mitad y yo soy tu otra mitad, así dijimos que funcionaba esto. Siempre somos solo tú y yo, siempre sope, ¿Lo recuerdas? —Las lágrimas brillaban en sus mejillas.
