Taehyung es un importante ceo, multimillonario, guapo y soltero, el hombre más cotizado del país.
Un día su auto se avería en medio de una parada de bus, se ve en la obligación de bajarse y sentarse en la parada a esperar que la grúa llegué, repent...
Su estado empeora conforme pasan los días, madre. ¿Que podemos hacer? —Su pie de movía frenético en un claro estado de nerviosismo.
—No lo sé, querida. —La mujer mayor se froto el rostro con frustración. —Todo es culpa de ese maldito muchacho, mi hijo decae por su estúpida muerte y la de aquel niño bartardo.
—¡No era un bastardo, deja de llamar así a mi hijo! —El fuerte grito del rubio las sobresaltó.
Somi se levantó de prisa de su asiento y se acercó al rubio que comenzaba a ingresar en la mansión tambaleándose. —Cariño, déjame ayudarte. —Se ofreció rápidamente, recibiendo un manotazo que la hizo retroceder.
—No me toques, joder. —Balbuceó. —Tú no eres mi Jungkook. —El dolor punzante en su cabeza era sinigual a cualquier sensación de dolor que pudiese presentar en algún otro lugar de su cuerpo.
Se tambaleó hasta caer de bruces al suelo, una histérica risa se apoderó de su garganta al ver el estado deplorable en el que se encontraba. —Por Dios, Hyunjin. —La voz de su madre captó su poca atención. —Estás ebrio otra vez.
—No es tu asunto. —Se levantó del suelo con dificultad y caminó hacia las escaleras.
—¿Acaso quieres matarte de un coma etílico? —El desespero podía percibirse en la voz de su madre. —¡ESE PROSTITUTO ESTA MUERTO, SUPÉRALO DE UNA MALDITA VEZ!
Sus pasos se detuvieron de inmediato, se dió vuelta rápidamente y a pasos largos se aproximó a su madre. De una fuerte bofetada la hizo caer al suelo, el dolor en su cabeza se volvió agudo y la sangre en sus venas parecía hervir al recordar sus palabras. Solo él podía llamarlo de esa manera, solo él.
—Nunca en tu asquerosa vida vuelvas a llamarlo de esa manera o juro que te mataré con mis propias manos. —La amenaza abandonó sus labios de forma rápida, aún tambaleante se dirigió a las escaleras y comenzó a subirlas en silencio.
Su madre y esposa solo pudieron verlo subir mientras temblaban del miedo.
Los golpes habían aumentado conforme pasaban los días, estaban aterradas por aquel mounstro que comenzaba a salir de su escondite y desataba el caos.
—¡TE ESTÁS ARRUINANDO! ¡LA EMPRESA ESTA EN CRISIS MIENTRAS TU TE AHOGAS EN ALCOHOL! ¡NOS LLEVARÁS A LA RUINA A ESTE PASO!
El rubio ignoró por completo las palabras de su madre y siguió su camino mientras su cuerpo parecía querer decaer en cualquier momento.
Hyunjin poco a poco perdía los estribos conforme pasaba el tiempo, sus sentidos se debilitaban y sin saberlo, también su poderoso imperio, él comenzaba a caer en el ardiente infierno que Taehyung había preparado especialmente para él.
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