Papá por accidente || Taekook

Capítulo 52.

52.

Se sintió estúpido, tan estúpido.

Miró el ramo de flores que reposaba en el asiento del copiloto y suspiró pesadamente mientras recostaba su cabeza del volante. —Entonces no era Hyunjin. —Apretó el volante con fuerza. —Maldita sea Jungkook, ¿Por qué precisamente con mi primo? Me aseguré que no se reencontrarán... ¡¿Cómo mierda pasó esto?! —El golpe al volante llegó lleno de ira, Namjoon había luchado tanto por nada.

El recordar la conversación que recientemente había tenido con Taehyung solo logró estallar su furia.

<<Vio a Yoongi desaparecer de aquella incómoda atmósfera, no podía culparlo, la mirada que Taehyung le estaba dando en este momento solo le daba aviso a una cosa.

—¿Y bien? —El tono tosco que el castaño empleaba comenzó a irritarlo, apretó el ramo de flores en su mano y lo miró fríamente.

—¿Por qué tendría que darte explicaciones? Vine a ver a Jungkook, no a ti.

Taehyung sonrió ladino, sus ojos se oscurecieron dos tonos. —¿Acaso quieres morir, Kim Namjoon?

El tono ronco de la voz del Boss lo estremeció, tragó fuertemente saliva mientras Taehyung acortaba la distancia que los separaba. Su corazón comenzó a latir con fuerza conforme aquel monstruo se acercaba a él.

No era idiota, él conocía las atrocidades que aquel hombre de ojos ámbar podía hacer. Él mismo lo había visto en más de una ocasión.

—Solo quiero saber si está bien.

Taehyung dejó su mano en el hombro ajeno, sin perder su sonrisa ladina lo apretó con más fuerza de la necesaria, Namjoon tuvo que apretar sus dientes para evitar que un quejido de dolor escapara de su boca.

El castaño de ojos ámbar acercó sus labios a el oído contrario. —Perdoné tu traición una vez, no abuses de la piedad que he tenido por tí hasta ahora. —Apretó con más fuerza su agarre en el hombro del contrario. —Jungkook ahora es mi esposo, así que, más te vale sacar esas retorcidas ideas de tu mente sobre él, sino quieres que te arranque la piel con mis propias manos.

Lentamente se alejó de él, Namjoon volvió a tragar grueso, su rostro había perdido todo el color.

Taehyung sabía, él siempre supo lo que había hecho para permanecer al lado de Jungkook.

La sonrisa del castaño se anchó al ver la expresión de confusión de su primo. —Tienes al rey del Inframundo ante ti, ¿Creiste que podías verme la cara de estúpido?

—Bo-boss, no...

—Torna nella tua sporca caverna.

El peligris apretó la mandíbula, era una orden, una que no podía desobedecer. Taehyung no solo era su primo, era mucho más que eso, él era su jefe, era la cabeza de la familia Kim, y el mismo satanás en persona. No quería desafiarlo, y tampoco podía.

—Si, Boss. —Gruñó entre dientes, tragándose todo el orgullo que poseía.

—Largo. —El castaño se dió media vuelta retornando su camino hacia los ascensores con aquella postura confiada y tranquila que lo caracterizaba.

Mientras que él se quedó ahí.

De pie en el mismo lugar, con un ramo de flores en su mano, su corazón en la otra y la ira burbujeando en cada fibra de su cuerpo. >>