Capítulo 5

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Nickolas

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Nickolas.
En algún punto esperaba no tener que salir de mi casa a esta hora de la madrugada, porque aún tenía un poco de fé con respecto a los padres de Venecia, después de todo, ¿bajo que concepto personas pueden ser capaz de sacar a su hijo a la calle durante la madrugada?

Pero en cuanto mi celular vibró en mi mesa de noche lo supe, ellos no siquiera deberían ser llamados padres.

Aunque por otro lado, me mordí la lengua para no decirle te lo dije, porque más allá de que yo no los conozca, con las referencias que me ha dado Aranza de ellos, no esperaba nada diferente al desenlace de esta noche.

Antes de salir dejo la rosa que corte del jardín, a un lado de mi cama, en el que se convertirá en su lado de la cama.

Conduzco por las calles, cuando el tráfico aún se hace presente, mientras hablo con ella para intentar mantener su mente en otro lado, porque entiendo que en este momento en lo menos que quiera pensar es en que acaba de ser rechazada por su propia familia, aunque definitivamente su decisión de querer volver a ese lugar fue mero masoquismo, pero si eso le sirve para darse cuenta ante quien se enfrenta y decide finalmente declararle la guerra, bien por ella. 

Después de todo eso es lo que haría una cazadora, como la que yo creo que es.

Llegó hasta donde se encuentra ella, y hasta me da pena verla allí, desabrigada sentada en una banca de la plaza.

Bajo de mi auto y caminó hacia su dirección.

Ella al verme se queda en silencio.

—¿Ya lo has entendido? —le pregunto y ella se mira las manos.

—¿Por qué me odiaran tanto si yo jamás les he hecho nada? No lo entiendo. —murmura.

—La razón es lo de menos en este momento, lo importante es lo que tú decides en este momento, si te quedas llorando en un rincón o utilizas todo lo que sientes en este momento en algo para tí.

Ella suspira y asiente.

—¿Está mal querer vengarme de ellos y demostrarles que no saben a quien han criado? 

Inconscientemente sonrió, porque es justamente lo que busco de ella, que se defienda, porque si hay algo que no puede haber en mi familia, son personas que se mantengan en el suelo cuando son atacadas, nosotros somos guerreros de batallas, aún cuando sabemos que perderemos nos presentamos a la batalla.

Me quito chaqueta de cuero y se la colocó sobre los hombros.

—Al final … ¿Le has contado sobre el compromiso?

Ella niega.

—Suena triste decirlo, pero este compromiso por conveniencia y sorpresivo, resulta ser lo único bueno que me ha pasado en mucho mucho tiempo, no quiero arruinarlo, dándole la posibilidad a ellos que puedan criticar está unión.

Amor por Conveniencia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora