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Venecia

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Venecia.
Mi hermana comienza a gritar, según porque Nickolas la está maltratando.
—¡¡Llamen a la policía, este hombre me está atacando, ataca a una mujer!! —comenzó a gritar como una desquiciada.
—Eso, llamen a la policía, que deben investigar sobre este negocio tan particular. —comienzo a increparla está vez yo no grito, no pienso comportarme como una demente como ella.
—Vene, relájate, mejor vámonos de aquí, tenemos cosas importantes que hacer, antes que discutir con ella.

Estoy por avanzar para tomarla del cabello, cuando Nickolas se da cuenta lo que estoy por hacer y me toma por la cintura llevándome hacia él.
Su cercanía tiene un efecto bastante particular en mi, desmorona por un segundo mis sentidos.

Lo tomo de la mano y lo arrastró afuera.
—Me hubieras dejado que le haga un nuevo peinado.
—¿En serio quieres rebajarte a algo así? Ya tendrás un lugar donde atacarla como quieres, pero sin tocarle un pelo. —dice apretando levemente mi mano. —¿Por qué agarrarla de los pelos si puedes tener tu turno ante un tribunal y dejarla en ridículo frente a más personas, puedo incluso conseguirte prensa si eso es lo que quieres.
—Eres el mejor sin dudas. —digo dándole un beso en la mejilla.

Mi hermana es una gran chica mala, vive de fingir ser una chica bien portada, educada e inteligente, cuando en realidad es un caos constante, ama meterse en problemas y salir de esas situaciones involucrando a alguien más. Al pensar eso fue como si una idea llegará de repente a mi cabeza.

—¿¡Cómo no se me ocurrió antes!? —me golpeó mentalmente.
—¿Qué cosa? ¿Qué te sucede?
—Vámonos de aquí, en el camino te cuento.

Me subo a su auto y rápidamente nos alejamos de la cafetería.
—Se como encontrar más personas que hablen sobre mi hermana y sus estafas, sus ex amigos, ella siempre que terminaba una amistad hablaba de que eran todos unos traidores, también sus ex novios, y algunos se presentaban en casa o incluso cuando me los encontraba en lugares remotos me decían lo víbora que es mi hermana, estoy segura que ellos también tuvieron algún problema con ella, estoy seguro que indagando un poco allí, encontrarás mucho jugo.
—Si puede ser, pero ese tipo de personas son muy predecibles así que podemos ir a buscarlas, pero no pueden ser la estocada final. —asiento. —Mi hermano me escribió hace unos minutos, mientras tú estabas muy entretenida contemplando el café, han consultado a la policía sobre tu posible familia, tienen algunos datos, pero nada que les de un lugar exacto aún, tienen un par de direcciones viejas, iban a ir a ellas a ver si algún vecino aún tiene algún contacto con ellos.
Lo abrazo.
—No imaginas todo lo que me genera ese tipo de cosas, es una felicidad que tenía tiempo de no sentir, y aún no se nisiquiera si tiene motivo de ser, pero aunque no lo sea, no me importa porque me dí cuenta que ahora realmente tengo personas que se preocupan por mí, y eso es más de lo que jamás he llegado a tener.

Nickolas besa mi mano.
—Cambiando de tema … ¿qué dices de casarnos la próxima semana? —le pregunto cambiando rotundamente de tema, por la sorpresa que se lleva, Nickolas frena muy abruptamente el auto.
—¿¡Qué!? —dice muy alarmado.
—Me quiero casar contigo la próxima semana, no me importa tener un vestido, incluso tener alguien que me acompañe, yo solo quiero por fin poder llevar tu apellido, se que hoy yo no tengo absolutamente nada para devolverles lo que ustedes me dan a mi, porque ustedes me han hecho creer incluso que tengo alguna salvación, y no necesito más tiempo para nada, y a ti no te cambiará si nos casamos hoy mañana o el año entrante porque al final de cuentas tu abuelo quiere que te cases, el resto creo que no le importa tanto, porque no nos ha preguntado nada sobre fechas ni nada de eso.
—¿En verdad no te importa nada de los preparativos?
—Tu familia está muy ilusionada con eso, entonces podríamos dejarle la fiesta para ellos y el resto lo solucionamos fácil, vamos a un registro y listo, no quiero nada protocolar, porque siento que nosotros desde el momento en el que nos conocimos no hemos actuado para nada cómo sería una relación normal, en cierto punto creo que es nuestra naturaleza como pareja actuar así, de forma loca y espontánea, sin seguir tanto lo “normal”.
—Siendo así, podríamos irnos a casar ahora mismo, y hasta que sea momento no le anunciamos nada.

Sonrió ante tal propuesta.
—Si, me encanta esa idea. —le doy un beso rápido que lo deja un poco shockeado antes de sonreír.
—Despiertas algo nuevo en mi, una impulsividad que aún no había llegado a conocer. —declara antes de volver a poner en marcha el auto, al ritmo de los bocinazos de los autos que venían detrás.

Minutos más tarde estábamos frente a un registro civil.
—¿En verdad vamos a hacer esto? —digo una vez que estamos allí.
—Si ¿Por qué no? ¿Ya te dió miedo hacerlo?
Niego.
—Me cuesta creer que todo sea tan sencillo si uno así lo desea.
—Lo complicado lo vuelven las personas con grandes expectativas, si uno solo se dejará fluir por el momento se quedaría con lo simple y fácil.

Lo tomo de la mano para finalmente caminar hacia donde uniremos nuestras vidas.
Simplemente siguiendo lo simple de vivir.

Muy adentro mío se que esto no se trata de una simple conveniencia, porque lo que Nickolas me hace sentir no entra dentro de nuestro trato de conveniencia, pero me niego a decirle algo así, por miedo a que esto finalmente termine para mí.
Prefiero querer en silencio que vivir en soledad.
Después de todo amar en silencio no es un delito, pero si talvez una condena, una condena que estoy dispuesta a cumplir si es a su lado.

Amor por Conveniencia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora