Capítulo 7

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Venecia

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Venecia.

Una vez fuera de la audiencia me quedo totalmente sin palabras, ante lo que fui testigo, es triste pensarlo, pero es la primera vez que me siento protegida por una familia, y no es la mis sanguínea, sino la que alguien más me ha ofrecido.

—Gracias, les agradezco mucho que estén aquí conmigo hoy, sé que no me conocen y yo a ustedes tampoco, pero de ahora en más, si necesitan algo de mi solo deben decírmelo.

Nickolas sonríe y me abraza, yo le devuelvo el abrazo.

Verlos me hace ver cuánto estoy arruinada emocionalmente y en ningún momento lo había notado, verlos juntos me emociona porque es algo que yo jamás llegué a vivir, lo más cercano que he visto a unión en mi familia, es cuando mis padres cubrían a mi hermana, pero jamás se vio ni se sintió como ésto.

Nickolas me tomó de la mano y comenzó a caminar conmigo.

Detrás de nosotros venían ellos, una vez fuera del juzgado se suben en distintos autos y comienzan a marcharse, mientras que yo me quedo allí con Nickolas.

—¿Tú sabías que ellos vendrían? —le pregunto.

—A esto me refería cuando te dije que te haría parte de mi familia para que te respalden, mi cuñada, corrección, nuestra cuñada me ha enviado un mensaje preguntando ubicación y hora, y eso fue todo, nadie preguntó nada más.

—Tienes una familia increíble.

—En cualquier otro momento te hubiera dicho que solo es una familia como cualquier otra, pero después de conocer tu historia con tu familia, comprendí que yo no solo tengo una gran familia en tamaño, sino también en valores.

—Creo que cualquier familia junto a la mía se vería como una gran familia, después de todo no creo que sea muy común en las familias que estás se rompan para proteger a una persona y entregar a otra persona, al más débil entre ellos, en este caso yo.

Nickolas me sonríe.

—O al menos la que ella consideraron más débil, uno no conoce el potencial de un guerrero hasta que llega el momento de la batalla real. 

—¿Estás tan seguro de que esto no terminará por hundirme? Es decir, yo sé que no lo hice, pero si mi hermana ya me enredo ¿Que te asegura que mañana no lleguen policías a la puerta de tu casa a buscarme para regresarme a esa celda donde nos conocimos?

—Claro que no sucederá, yo me encargo de eso … debes confiar en el proceso, y como ya has visto, no soy solo yo quien cuidara de ti, ellos también lo harán.

Sigo un pequeño impulso y beso su mejilla.

—Tómalo como un gracias y desde ya te aviso que no soy muy fanática de este tipo de demostración de afecto, pero ya no tengo más palabras de agradecimiento por tí. —le doy una pequeña advertencia, antes de comenzar a caminar delante de él, con nuestras manos aún entrelazadas, obligándolo a caminar 

Nickolas niega.

—Puedo acostumbrarme a eso. —canturrea. 

Cuando salimos veo que su familia aún aguarda por nosotros.

—Antes de ir a casa debemos comprar algunas cosas, así que te vienes conmigo. 

Nickolas se acerca a su familia y estos no tardan mucho en subirse en sus autos y marcharse.

El poder que deslumbra la imagen de ellos yéndose todos juntos en diferentes vehículos negros uno detrás de otros.

Digno de película lo de ellos.

Cuando me subo al auto junto a Nickolas, negro como el de su familia este me mira dudoso.

—No te lo he preguntado aún … ¿sabes manejar? —Enciende el motor.

Yo niego.

—Bien, es algo que deberías aprender, de seguro siempre encontrarás alguien que conduzca por tí, pero creo que es importante que lo sepas hacer por cualquier emergencia o si algún día decides tener más libertad sobre a dónde deseas ir o cualquier cosa.

—Si tiene sentido, realmente no es algo que me fascine, es decir creo que tengo más probabilidades de chocar que de conducir bien.

Mi prometido se carcajea.

—Si te sirve de consuelo, yo tuve un accidente cuando cumplí los 21 años y mis padres me regalaron un auto, esa misma noche lo di contra un árbol y quedó para chatarra.

Llegamos al centro comercial.

—¿Qué hacemos aquí? 

—Espero que traigas la tarjeta que te he dado, porque compraremos algunas cosas para tí, para que no tengas que estar pidiendo ropa prestada ni nada de eso a nadie, debes sentirte realmente como en tu casa y eso significa tener tus cosas.

—Odio las compras, me frustra estar tan rodeadas de personas … prefiero ir a una pequeña tienda.

—Lo entiendo, pero debemos comprar muchas cosas y aquí está todo, así que es preferible antes que recorrer toda la ciudad.

—Bien, solo porque imagino que estás cansado y de igual forma aquí estamos, pero no recorreremos todo, yo solo necesito tres o cuatro cosas, el resto lo resuelvo.

—Terca. —murmura.

—¿No te da miedo que te desfalque la tarjeta de crédito? 

Él niega.

—Tener tanta confianza en extraños puede llevarte a un mal camino. —murmuro.

—Tengo años de experiencia leyendo a las personas, a ti te leí en cuanto te vi, no digo que no tengas inteligencia para mentir o algo por el estilo, pero eres muy transparente aún cuando no lo notas, si tú al final llegas a demostrarme todo lo contrario serás la gran perdida de mi carrera.

—La pérdida de tu carrera … ¿A qué te refieres?

Nick suspira.

—Contigo estoy yendo totalmente a ciegas, siguiendo mis instintos, por más que conozca tu historia por tú amiga, ella tampoco está segura de como terminaste en todo esto, así que yo estoy confiando ciegamente en lo que alcanzó a ver, y con respecto a lo de mi carrera, tú nombre ya está relacionado con el mío y el de mi familia, que termines con una sentencia condenatoria en tú contra sería igual a qué mi familia sea culpable de un delito, porque así nos movemos nosotros, en masa, lo que le sucede a uno, nos sucede a todos. —me observa directamente a mí. —Así que es mejor que al menos entre nosotros dos jamás hayan secretos.

Asiento y este besa el dorso de mi mano.

—Que este sea nuestro pacto. —murmura. —Jamás lo olvides, así como yo jamás lo olvidaré.

Y ese mismo lugar, se creo nuestro pacto sagrado, nuestro pacto indestructible.





Dedicado a Ashley_CCZ14

Amor por Conveniencia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora