Venecia.
Se siente tan extraño pensarlo, no es la primera que tengo en mente que él llegó a mi vida para hacerla mejor, pero comienzo a preguntarme qué sucedería si de pronto él desaparece de mi vida.
Me agobia pensar que le estoy dando a una persona toda mi estabilidad, porque para ser honesta conmigo misma y con el mundo, no se que tanto iba a sobrevivir a él mundo e incluso a mi misma si él no hubiera llegado como mi salvador.
Me aterra la idea que un día se me escape decirle un te amo y que sea su límite.
Me aterra despertar un día y encontrarme sola en la cama.
Pero centrándome en el hoy, oficialmente soy una de ellos aún cuando ellos no lo saben, tal vez no tenga mi identidad completa, pero hoy tomó el apellido de mi esposo con mucho orgullo, Venecia Thobers.
Mi teléfono suena sobre mi cama.
—Nickolas, ¿puedes ver que es? —le pregunto mientras me cambio de ropa.
Un vestido negro ajustado al cuerpo y unas botas del mismo color son mi elección del momento.
—Es un mensaje de “Agencia”, te están notificando que mañana debes presentarte a un desfile. —habla Nickolas entrando al vestidor.
—Oh, que gracioso, pensé que ya me daban por muerta. —bromeó con Venecia. —Los llame cuando fui detenida para que envíen a alguien para que me ayudara, y sus palabras exactas fueron “Eso le dará una imagen a la agencia, contactanos cuando ya estes fuera asi consideraremos regresarte” y adivina que, desde que me has sacado de ese lugar ni un solo segundo he pensado en ellos.
—Te ves sexy. —Nickolas se me acerca por detrás mientras lo observo por el espejo que se encuentra frente a mí, pasa sus manos por mi cintura, para dejar mi teléfono en mis manos.
Su cercanía vuelve un poco irregular mi respiración, porque más allá de dejar mi teléfono en mis manos, no retrocedió ni un solo paso, sus manos sujetando mis caderas, haciéndome retroceder un poco, para que mi espalda choque con su pecho cubierto con una camisa blanca, como las que suele usar en su día a día.
—Tú perfume lleva generando cosas en mí todo el día. —murmura sobre mi cuello.
—Es nuevo, y puede que lo haya comprado pensando en tí. —le respondo antes de darme la vuelta y sonreírle.
—Que buena inversión hizo mi cuenta bancaria. —bromea.
—Si te lo pones a pensar un segundo, todo lo que hay en mi armario está pensado para tí, para complacer a mi ahora esposo, como su esposa, su compañera y no lo se, tal vez si te portas bien conmigo, su amante también.
—Mmm me gusta como suena eso, pero yo no quiero que tú vivas por y para cumplir con lo que yo quiera, quiero que día a día tú misma construyas tú propio imperio en lo que más ames, la base es mi familia, pero tampoco planeo que toda tú vida se base en lo que nosotros hacemos, cada uno de nosotros hemos tenido un tiempo para buscar nuestro camino con la condición que una vez que lo hagas nos convirtamos en personas extraordinarias en eso, así que si lo que te gusta es el modelaje, haz que eso sea tu gran fortaleza, tú independencia.
—Realmente estoy en un punto que estoy tan abrumada que me es dificil identificar que es lo que quiero, porque por un lado amo las pasarelas, las luces, los reflectores, pero por el otro lado no quiero que las personas sigan mirándome como si me tratará de una criminal, quiero hacer algo diferente, algo que me de eso que he perdido, confianza y quien sabe poder tal vez, pero aún no encuentro que es lo que pueda ser, quiero sentir que nada me puede destruir.
—Tiempo tienes para encontrar tú camino, nadie te presionará a que lo hagas, pero recuerda algo, ahora eres una Thobers, lo que hagas debes hacerlo de forma magistral, porque ese es el peso de nuestro apellido, saber que cosas a medias jamás serán aprobadas, no existe un punto medio para nosotros, o eres asombroso o eres mediocre y solo a modo de aviso, si eres mediocre tienes solo dos opciones o lo resuelve, o lo dejas, pero jamás podrás permanecer en algo que no te hace extraordinaria.
Finalmente me beso, volviéndome una eterna presa de sus labios, una condenada a muerte de sus caricias.
Mi mayor pecado sin dudas es amarlo en silencio, fingiendo que esto solo se trata de un amor por conveniencia cuando en realidad mi única conveniencia es poder amarlo un día más.
Se sienta sobre la cama, y yo a horcajadas de él, olvidando que algo más existe además de él y yo, además de este fuego que quema en mi pecho como si fuera un volcán entrando en erupción, pero el timbre de mi telefono es lo que termina un poco con nuestra atmósfera, más al ver que se trata de mi suegro quien llama.
—Lo dejaremos para la noche. —murmura Nicholas, mientras deja un beso humedo en mi cuello.
Le sonrío antes de responder la llamada de mi suegro.
—¿Si?
—¿Estan Nicholas y tú en la casa? —pregunta él de inmediato.
—Si, ¿Por qué? — le respondo a lo que escucho un respiro de alivio del otro lado del télefono.
—Gracias a Dios, bajen ahora mismo, tenemos una emergencia, hemos sufrido un atentado.
Mi rostro debe haber demostrado total terror, porque Nicholas tomó el teléfono de mis manos y siguió con la llamada.
—No te preocupes, todos están bien, comienza a murmurarme, fue en la firma, pero todos están bien.
Tomo mi teléfono y le escribo a mi mejor amiga.
“¿Qué pasó? ¿Cómo están?”
A lo que ella rápidamente responde que estan bien, que no sucedió nada grave, solo afecto el estacionamiento.
Suspiro al leer eso.
Me apresuro a ponerme de pie y acomodarme mi cabello, en lo que Nicholas va al baño.
Minutos más tarde nos encontramos todos sentado en la sala con algunos polícias quien solo preguntan sobre si sabemos quien querría atentar contra algún miembro de la firma, algun mensaje o algo.
Y yo por más que siempre tengo tres nombres en mente, no creo que sean tan sanguinarios, porque que nadie haya salido herido solo fue cosa de suerte, no de premeditación.
Una vez que los policías se marchan la casa se vuelve un caos, entre que deciden cómo cambiar la seguridad, porque el miedo se hace presente en más de un miembro de la familia, los únicos que se verían seguros son mis cuñados y mis sobrinos que no se encuentran dentro del país, para el resto solo nos queda esperar que no seamos nosotros los objetivos.
—Bien, revisaremos cada caso que llevamos para encontrar alguno que sea de alto peligro y no lo estemos viendo así, porque no hemos confiado mucho. —suelta de repente mi suegro y hasta me parece magistral como los cuatro abogados presentes se ponen de pie a la vez y salen en busca de cosas, y a los minutos regresan con sus dispositivos y unas cajas que no se donde estaban porque jamás las había visto, entre ellos se las cambian y comienzan a leer.
No pueden imaginar lo que me genera ver a Nicholas en esa situación, con su camisa arremangada en sus brazos, y concentrado en su trabajo, el verdadero, dios que hombre.
Al verlo comienzo a entender a lo que se refería con ser extraordinario, no solo significa serlo, sino sentirse así.
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Amor por Conveniencia.
RomanceElla necesitaba un abogado, porque fue acusada y detenida por fraude, él necesitaba una esposa para cobrar la herencia de su padre. Esto no se trata de amor, sino de simple conveniencia, un acuerdo de voluntades e interés, él obtiene su herencia y y...