Voluntad de Escudero. [Rebornverse]

La Primera Ola y un duelo inminente.

"Espada..." Enumera Naofumi mientras se acomoda las correas de su brazo.

"Afilada y lista-desu." Afirma Raphtalia, guardándola de inmediato en su estuche.

"Escudos..." Acota mientras observa su reflejo desde la gema del izquierdo.

"En forma-desu." Se asoma ella en el reflejo, viéndose chistosamente distorsionada.

"Ánimo..." Bromea él mientras aspira, listo para todo.

"Por los suelos-desu." Responde ella con una sonrisa divertida.

El par ya estaba preparado para la inminente Ola. Mientras se miraban, confiando el uno del otro, Naofumi tomó sus manos y la miró con determinación que avergonzó a la chica.

"Te protegeré... Así que se mi espada." Le pide él, mirándola directamente a los ojos. Ella teme que su maestro esté tan inseguro como para necesitar esta confirmación de su parte.

"Por supuesto. No tienes que pedírmelo, ya que acepté serlo el día que me sacaste de esa carpa..."

Entonces, el contador llegó a cero.

Naofumi solo notó que el cielo repentinamente se volvía rojo vino, con estelas de colores variados y extravagantes. Cuando se dió cuenta, ambos estaban en el pueblo de Riyuuto.

"¡Naofumi-sensei! ¡He visto civiles por los alrededores! ¡Aún no evacuaron todos-desu!" Avisa ella, separándose y evaluando la situación.

"Era casi obvio, Raph. Ni sabíamos dónde caería, por lo que muchos no se molestaron en indagar al respecto y mantenerse lejos de sus hogares hasta que la Ola pasara." Explica con cierto disgusto. Era de esperarse que la gente se confiara mucho al respecto. "Es hora... ¡Mantengamos a salvo a esas personas! ¡No permitamos pérdidas humanas!"

Al llegar al centro del pueblo, en lo que notaron que los demás héroes habían ido a buscar a los enemigos, olvidando cuidar a la gente en peligro, Naofumi y Raphtalia notaron en la soledad de la calle como las criaturas iban rumbo al camino principal. Los aventureros y caballeros que se preparaban para rechazarlos se sorprendieron al ver al par adelantarse lentamente entre la gente.

"Los enemigos nos superan en número, sensei-desu. ¿Deberíamos idear un plan?" Discute ella al ver que están al frente.

"Ve detrás mío. Eres hábil para poder hacer lo que yo no puedo... Daño."

Naofumi comenzó a correr agresivamente, cargando consigo sus Door Shield, sorprendiendo a todos.

"¡IRÉ DE FRENTE CONTRA ELLOS!" Avisó mientras Raphtalia rápidamente usaba su arco para reducir los números de los más grandes. "¡EY, PEDAZOS DE EXCREMENTO FERMENTADO! ¡ATÁQUENME!"

Las criaturas no dudaron un segundo en prestarle atención a él, que corría fuera del pueblo, justo al lado de ellos. Estos comenzaron a seguirlo, permitiéndole a los demás soldados y aventureros poder ganar terreno y comenzar a pelear contra los que no prestaban atención. Pocos notaron como él usó un Air Strike Shield para defender a una familia de un asedio repentino, permitiéndoles escapar a expensas de su desventaja.

"¡Hora de bailar! ¡Escudos de jabalí!"

Un logro absurdo de los escudos en sus manos, era que beneficiaba a todo su cuerpo por el doble de todas sus habilidades obtenidas, dándole más ventajas ridículas que usaba para poder pelear.

Abusando de la velocidad de envestidas del escudo, Naofumi comenzó a arremeter contra sus enemigos. Temía de un daño físico, pero incluso su armadura salió ilesa de los golpes.

"¡SOY UN JODIDO TANQUE! ¡TAMBIÉN GOLPEO COMO UNO!" Se motivó este, golpeando un esqueleto que se sacudió por el impacto, sin un rasguño evidente. La flecha de un arquero resolvió eso, permitiendo que tomara los restos para el escudo.