"¡Fuego!" Indicó Naofumi mientras la escena entra en como Rifana, ahora pareciendo una jóven adulta, y Raphtalia, con evidentes heridas no sanadas por las quemaduras del escudo de la ira, disparaban flechas hacia las enormes libélulas que se acercaban al héroe. Este las retuvo con su escudo, absorbiendo casi instantáneamente a los cadáveres para obtener los bonos correspondientes. "Ya casi alcanzo el tope de nivel, necesitamos un poco más."
En lo que priorizaban el leveo del escudo, Kalhana apuñaló hábilmente a un lagarto que se le acercaba por atrás a la carreta, molesto por como todo esto era consecuencia de que, debido a que el dragón y toda su influencia había desaparecido, ahora todos los monstruos se decidieron por asediar los alrededores sin reservas. Con todos en el pueblo castigados por los daños, el grupo se dispuso a liquidar la población abundante con la incertidumbre del verdadero propósito del dragón en la zona... Y el paradero de la superviviente esclavizada.
"¡Firo, cómetelos!" Enfureció el héroe, golpeando la traba del carro para que el ave saliera corriendo hacia los monstruos que ya no permitían aumentar los escudos específicos. Eso implicaba...
Mordiscos y apuñaladas fatales fueron a Naofumi, abrumando al grupo por las evidentes perforaciones a la armadura, pero aliviándolos de inmediato cuando solo se estropearon estas y el muchacho no mostró un signo de molestia; el escudo reforzó tanto su defensa que nada parecía poder perforar su piel. Rifana y Raphtalia miraban con cierto interés como el lagarto que mordía el bíceps del héroe solo tenía la mandíbula trabada en el flexionado músculo, preocupado cuando vió al chico sonreír mientras empuja a la enorme libélula de un golpe agresivo y abrazaba su cabeza con hostiles intenciones.
Mientras las carcajadas ciertamente malignas del héroe ahogan los quejidos de horror de la criatura, algo que provoca una mueca en el hombre conejo, todo parece alivianar exitosamente. Por otra parte...
Naofumi se limpió la sangre de la hombrera que tuvo que desechar tras los enormes daños. Entonces se fijó de reojo en Raphtalia, que se mostraba algo agotada por el enfrentamiento; lo trataba de ocultar con una falsa actitud enérgica, lo que hizo una mueca en él.
"Agua bendita, ¿Eh?" Divagó en sus pensamientos tras lo que aún esperaba que el pueblo pudiera conseguir de algún mercader. "Supongo que tenemos un cambio de planes. Volveremos a Melromarc después del viaje a los baños, gente-."
Se oyó un golpe seco muy ruidoso y Kalhana suspiró profundamente al verse obligado a detener su observación hacia el horizonte para tomar el mando hacia la capital. No mal interpreten, estaba agradecido con Naofumi por su ayuda y todo lo que él le brindó a brazos abiertos, sin pedir nada a cambio. Pero era un martirio tener que volverse el dirigente del viaje ante la incapacidad del héroe cuando se congelaba...
Me explico; ahora mismo, Naofumi estaba en reposo, incapaz de moverse bajo cualquier termino, asistido por la ayuda del resto que lo alzó y acomodó en una cama mientras su expresión adolorida preocupaba al resto.
[ Maldición de negación de uso del escudo de la Ira: Inhabilitación de movilidad total tras combate. Duración: 10 minutos. / Reducción de experiencia ganada en 80% hasta liberación de la maldición. ]
Esa información resonó en el escudo base de Naofumi en cuanto lo vieron congelarse por completo la primera vez. Luego de la explicación, todos se mostraron ciertamente angustiados; aún habiendo sobrevivido tanto, habrían consecuencias serias de un poder tan grande y explosivo.
"¡Ya lo oíste, Firo! ¡Andando!" Declaró Kalhana con resignación.
El camino si bien no fue un martirio, Raphtalia se vió obligada a depender de las artes marciales que tenía para evitar ser un estorbo o traer dificultades en una ofensiva por su limitación física. Para evitar cualquier lesión extra, entonces se dedicó su cargo de arquera. Naofumi pedía disculpas de manera exagerada cada rato que veía a la muchacha por sus lesiones, así como se incomodaba cuando ella se encargaba de acomodar su cabeza en su regazo, velando que descansara cómodo cuando se congelaba. Lo malo de tal estado era que Naofumi no quería dormir ni así...
ESTÁS LEYENDO
Voluntad de Escudero. [Rebornverse]
FanfictionPara Naofumi, un joven otaku con rotunda curiosidad y extrema vagancia, fue una rotunda sorpresa enfrentarse la difícil situación al ser invocado a otro mundo. Siendo el héroe de cuatro que porta el escudo, en expectativa a depender de otros y no te...