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Anne Rice

La mañana estuvo tranquila, puedo decir que no hubo ningún inconveniente. Un buen desayuno con Alex, una conversación tranquila (o lo que se puede tener de él), un examen que se me hizo demasiado fácil y ninguna conversación por los pasillos sobre lo sexy que son mis ahora «novios».

Fuera lo que fuera que haya hecho para que todo el día estuviera en calma me gustaria saberlo para volver hacerlo y tener más de estos días, pero claro la suerte no siempre es mi compañera y no viaja en mi dirección sino al contrario.

Estoy tan, pero tan aburrida que salí a comprar dos almuerzos y regresar a la universidad para poder almorzar con Axel. A Alex no lo he visto desde que sali de su auto esta mañana, quizás se alla ido o se le presentó algún problema o alguno de esos inconvenientes que le surgen muy seguido igual que a Axel, me he preguntado varias veces que esconderan o si vale la pena averiguar de que trata, si es algo que me incumbe o no.

Aún así debería esperar a que ellos mismos me cuenten sus problemas, debo confiar en ellos y espero que ellos también confien en mi. Lo más seguro es que trate sobre ese tal Francisco, el primo de ellos, ese hombre tan aborrecible que es capaz de quitarles todo a su propia familia solo por querer tener más y más. Aveces aborrezco a los avariciosos, no a todos sino a aquellos que no son capaces de ver más alla de su propio ombligo y conocer las consecuencias que causan sus actos.

Por eso quizás es que yo a veces tampoco observo más alla de lo que me interesa, es normal en todo el mundo ya que nosotros solo deseamos tener un futuro prometer o cómodo, algo tranquilo o incluso tener cierta adrenalina en el cuerpo. A veces buscamos aquello que sabemos que no podemos tener, pero que lo queremos. Como cuando alguno de tus padres te dicen «No agarres esto» y más deseas tenerlo en tus manos o el «No hagas esto» y cuando nadie esta a la vista lo hacemos. Todo por la simple curiosidad o porqué en nuestra mente siempre corre una pregunta «¿Porqué?».

¿Porqué no puedo agarrarlo y ellos si?
¿Porqué no puedo hacer eso?
¿Porque sucede aquello?
¿Porque no?
¿Porqué si?
¿Porqué...?, ¿Porqué...?, ¿Porqué...?

Incógnitas de la vida que muy pocas personas logran resolver, por eso mismo estoy aquí parada frente a la puerta del salon de arte con unos nervios del demonio y con una sensación angustiante como un mal presentimiento, no puedo tener a Alex ni a Axel, esta prohibido, esta mal lo que hago, pero ¿Porqué no puedo?, ¿Porqué esta prohibido?, ¿Porqué no puedo disfrutar mientras la oportunidad de experimentar se me presenta?

Agarro aire y empujo la puerta de color pastel con manchas y entro a la enorme y hermosa aula que aunque ya he estado en varias ocasiones aquí siempre me quitara el aliento por lo magnífico que es. En varias ocasiones me he preguntado si el mismo Axel redecoro y pinto lo que aquí hay.

Mi corazón retumba en mis oídos y retengo mi aliento ante la imagen frente a mi, bueno no imagen sino escena.

Axel está de pie posicionado detrás de Nadia, una chica muy bonita de cabello rojo y extravagantes ojos verdes, sus cuerpos estan muy juntos, Axel le sostiene la mano con una delicadeza mientras los dos juntos sostienen un pincel y trazan un par de líneas en un lienzo, mi pecho se oprime ante lo que presenció.

Joder, no creí que se me presentara algo así tan pronto, Nadia es una chica muy preciosa, con unas curvas de infarto, unos pechos enormes y una cintura de avispa, su franela muestra demasiado de sus pechos y tiene unos pantalones de caderas que dejan a la vista un tatuaje de una mariposa en la cadera derecha, ¿Cómo se que esta a la vista? Pues porque ella siempre lo deja a la vista con su ropa.

Una última vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora