En la habitación del hospital estaban reunidos Kuro, Miku, Haru y el oficial, las demás habían salido a petición de este
—¿Por donde puedo empezar?—Se pregunto el castaño
—¿Podrían decirme la causa de su encuentro?
—Vera, nos reunimos porque quería conversar con el— le respondió Miku
—¿Alguien más sabía de su encuentro?
—No, bueno aparte de mis hermanas—Volvió a responder la joven
El oficial dirigió su mirada a su libreta solo para anotar, al terminar volvió a Kuro
—Bien ¿ahora podría decirme más exactamente que sucedió?
Haru miró a su hijo seriamente
—Ya sabes, no te saltes ningún detalle— su hijo asintió, para luego suspirar
( . . . )
—Y pues eso fue todo, las personas presentes se encargaron de traernos al hospital
Su mamá estaba sorprendida, el policía se veía un poco estresado
—Un hombre con ropajes gruesos y grandes. . .—dijo en voz baja mientras observaba sus apuntes
—Oficial, ¿es realmente útil esa información?— pregunto Haru algo preocupada
—Siéndole sincero. . . realmente no—Eso desánimo a los dos Fushijara— Es complicado obtener algo significativo en este caso, teniendo en cuenta que en el lugar solo estaban ellos no había nadie más cerca que nos diera más descripciones del sujeto. . .
El cuarto quedó en silencio, el oficial y los Fushijaras bajaron su cabeza para pensar, Miku miró a cada uno, ninguno hacia nada más aparte de pensar
—Pero si no hay pistas sólidas sobre el sujeto, y no se sabe realmente su paradero, ¿es necesario hacer una investigación?—pregunto algo confundida
La pregunta sacó a todos de sus pensamientos para que después dirigir su mirada a ella
—Digo, sé que por un momento estuve con un pie más allá que acá, pero ya paso el peligro, Ya estoy bien— aclaró
—Tal vez— respondió el oficial— pero hay que investigar el lugar por donde vino, y por donde se fue, hay una posibilidad de que algún residente lo haya visto, o tal vez encontremos una camara de seguridad que nos de más pistas
Se levantó de la silla, al igual que la castaña mayor
—Pero si se da el caso de que no encontremos nada, ya no se podrá hacer más—guardo la libreta en uno de los bolsillos de su sacó— pero por el momento no podemos dejar este caso hasta aquí
—Bien, entonces usted nos mantendrá al tanto ¿verdad?— pregunto Haru con un semblante serio
—Así es— hizo una pequeña reverencia al igual que los demás—Bien me despido
El oficial sin nada más que hacer en el lugar se marchó dejando a los demás. Haru suspiro y miro por unos segundos el suelo, al parecer estaba pensando, volvió en sí para voltear a ver a los dos jóvenes
—Bueno nosotros tampoco tenemos nada que hacer aquí, vamonos— les sonrió
—Ah cierto ya me dieron de alta—dijo Miku levantándose de la camilla
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-Todos ya estaban listos para irse, una vez fuera en la entrada del hospital Miku detuvo a Haru antes de que se fuera con su hijo, se mostraba un poco nerviosa