Recuerdo aún, la vez que tu madre me pidió que fuese yo quien te cuidara y te protegiera en su lugar, yo no podía negarme por ningún motivo, después de todo siempre fuiste muy débil desde bebe y yo solo quería verte bien
—Apartir de ahora te llamare Mochi—dijo ahora una Yashiro de 6 años con tono autoritario
—¿Por qué me llamarías así?—Pregunto con algo de desagrado
—Porque eres como uno—Sacando un mochi de su mochila
—¿Yo, cómo uno?—Haciendo una mueca
—Si, eres débil y suave, cualquiera podría hacerte añicos— dándole un mordisco al dulce
—Pues vaya problema—diría sin mucho interés, no era la primera vez que le decían eso, no sabia como sentirse al ser comparando con un dulce— ¿Y que se le va hacer?
—Pues muy sencillo, Yo te cuidare de ahora en adelante— segura de sus palabras— Yo me aseguraré de que nada malo te pase
—Yo ya no necesito a nadie que me cuide, puedo hacerlo yo sólito—mostró su desacuerdo con la chica
Yashiro un poco enojada se acercó al castaño y jalo, no tan fuerte, su cachete, el niño se quejo un poco del dolor
—Hey más suave— le reclamo sobandose la mejilla
—Vez, no use mucho fuerza y te lastime— lo regaño
—Okey, Okey— miro a otro lado apenado—Tal vez si necesito que me cuiden, ¡Por un tiempo!, después podré yo solo
La niña suspiro y se acercó al niño para abrazarlo
—Además, tu mamá me lo pidió— acariciando su cabeza— ¿piensas desobedecer a tú madre?
Eras también un niño muy obediente para con tu madre, y desde que supiste que fue ella la que pidio que te cuidara empezaste a ser mucho más obediente conmigo, yo me encargue de que siempre llegaras sano y salvo de la escuela, pero claro en ese tiempo tenias amigos de sobra, y no faltaba los niños bruscos, bromistas y traviesos que no entendían tu condición física, yo era capaz de intervenir en sus juegos y bromas pesadas hacia ti no me importaba ganarme golpes, raspones y moretones con tal de que tu estuvieras bien, pero mientras más cuidaba de ti, más entendía lo que sentía por ti y supe que siempre te había amado más que a nada
Los problemas no tardaron en llegar, también eras un niño con un desempeño escolar muy bajo, por más que estudiábamos juntos no entendía porque tus notas eran tan bajas, al principio pensé que no sería un problema mayor hasta que revelaron que estabas por perder segundo de primaria, las cosas cambiaron para mal, pude sentir tu frustración no podía quedarme de brazos cruzados, tenía que ayudarte como fuera posible, así que empezamos a estudiar con mucha más frecuencia, pero realmente te tomaste a pecho el problema más de lo que debías, olvidaste que a pesar de todo eras un niño de 7 años y no podías pasarte todo el día estudiando, tenias que jugar también hacer otras cosas, y eso lo sabía perfectamente tu madre, que aunque te obligaba a salir a jugar con tus amigos, te negabas fue la primera vez que desobediencias sus órdenes