Llego el lunes, todos tienen que volver a la escuela. Por las calles de la ciudad caminaba Kuro, su paso era lento pues se sentía nervioso no paraba de pensar en que dirán sus compañeros, ¿les gustará? ¿Se verá más llamativo?
—¡Okey suficiente!—quedándose quieto, guardo silencio por unos segundos para después suspirar—¿Por qué me preocupo por lo que dirán ellos?
Se quedo pensando en la pregunta aunque no daba con una buena respuesta, en ese momento recordó la verdadera razón por la cual había decidido cambiar
—Esto lo hago por Yotsuba y por mi mismo—con determinación en su voz hinchó su tórax para demostrar seguridad—sí a nadie le gusta como voy, pues que se le va hacer
Sin esperar más volvió a emprender camino a su escuela, hoy piensa ser más sociable con todos y tal vez hacerse amigo de alguien más, como cuando era pequeño
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-Ya al frente de la puerta de su salón, volvió a suspirar tranquilizando sus nervios y sin esperar más la abrió, el sonido de la puerta al chocar con la pared hizo que todos fijarán su mirada en dirección a esta encontrándose con un Kuro sonrojado y sudando, hubo silencio por un momento
—*No te acobardes, no te acobardes y saluda* B-buenos días. . .
—Buenos días Fushijara—saludo la mayoría de sus compañeros con amabilidad
El joven al oirlos se sintió aliviado, era la primera vez que lo saludaban de esa forma, se lleno de felicidad tanto que se le iluminó la mirada. Ahora más tranquilo camino hacia su asiento y en eso se le acercó un compañero
—¿Nuevo corte Fushijara?
—Ah si quería hacer una cambio— un poco sonrojado
—Te ves bien—se acercó otros de sus compañeros
—gracias
En ese momento empezaron a llegar más y más de sus compañeros para hablar con él, Kuro pudo controlar su pena y logró desenvolverse mejor con sus compañeros, duraron hablando durante unos 10 minutos hasta que entro su maestro a dar clase como de costumbre
—Bien chicos antes de iniciar la clase quiero informarles que tendremos una estudiante nueva transferida de Hokaido—dijo con un tono cansado—¡Pasa!
La puerta se abrió suavemente, y ahí entró ella con su uniforme de colegiala con una sonrisa radiante que muchos al verla se sonrojaria y sorprenderían, Kuro no se sorprendería tanto pues ya sabía de antemano que la chica llegaría así que solo le sonrió feliz
—Ahora preséntate
—Bien ahora siéntate en el escritorio del fondo
La chica buscaría con la mirada su asiento, en eso se toparia con su mejor amigo, sin esperar más salió directamente en dirección a su asiento en su camino saludo al chico haciendo que todos se sorprendieran