CAPITULO 35

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Entre dulces risas, besos y abrazos, disfrutaban de su relación. Ya habrían pasado más de un mes de aquella noche en Kioto, en donde, por fin, después de tanto tiempo los dos jóvenes se demostrarían todo el amor que llevaban guardándose desde hace mucho. Era difícil poder tener sus encuentros y sus citas, puesto que Kuro era vigilado constantemente por Yashiro, quien cada vez es más "cariñosa" y pesada con él, pero nada que no pudieran solucionar, claro siempre con el riesgo de ser descubierto, pero de cierta forma ese riesgo hace que las cosas se vuelvan un poco más emocionantes para los dos amantes

Kuro en este último mes se ha sentido un tanto extraño, pero no en el mal sentido,
nunca antes había tenido pareja, por lo que es una nueva experiencia para él, cada vez despierta nuevas sensaciones, es algo que lo pone feliz. Lidiar con los horarios de Yashiro es algo bastante complicado, pero siempre encuentra la forma de escaparse, aunque eso incluya regaños de su amiga de llamados de atención de su madre, pero pues esas son las consecuencias con las que tiene que tratar si quiere mantener su relación en secreto. Pero todo valió la pena, pues para los ojos de él, desde aquella tarde la joven volvió a recuperar su luz, sus ojos eran como el mar en un atardecer, tan brillantes y tan vivos que era imposible para el joven no parar de verlos, su sonrisa "boba" volvió a ella, cubiertos por sus dulces labios, que hace un tiempo parecían que hubiesen olvidado lo que era reír, la palidez de su cuerpo desapareció y fue remplazado por un rosa pastel que sólo adornaba más su imagen angelical

Yotsuba, ella es la más feliz, nunca en su vida se había sentido así, tan amada deseada y apreciada por la persona que ella más deseaba. Las lágrimas, dolores y lamentos, son cosa del pasado, ahora lo único que le preocupa es que los descubriesen, y no es por Haru o por sus hermanas, le encantaría que lo supieran, sino es por ella, Yashiro, ella está igual de loca por Kuro y sí llegase a saber, ella conoce de lo que es capaz. La pelinaranja ha querido deshacerse de ella desde hace mucho tiempo, pero no ha encontrado como.....

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En la ciudad el frío se había vuelto habitual, los árboles sin hojas y con fuertes indicios de que en cualquier momento puede nevar, el invierno ya había llegado. En la  salida de la  escuela, a unos cuantos metros del portón se encontraba Kuro de entre la multitud de estudiantes, al revisar su teléfono  se daría cuenta de un mensaje en espera de su pareja

"Te veo en el parque, te espero sin faltas"

Sonrió ante  la invitación, la idealización de la cita que iba a tener fue detenida por la repentina presencia de Yashiro, quien tomaría al chico del brazo

   —Hey, ¿Que haces hay parado?—pregunto sorprendiendo al chico— tenemos que regresar a casa—ordeno

   —Oh yashiro— reiría nervioso ante la chica—no note tu presencia— diría con algo de ironía, la joven haría una mueca que lo asusto

Ahora Kuro estaba nuevamente en un aprieto, ¿Que excusa inventaria hoy para poder escapar?

   —Vámonos — jalo un poco el brazo del chico

El joven al ver la gran cantidad de estudiantes que los rodeaba, se le ocurrió una idea

   —Se están acercando los exámenes finales y no nos podemos relajar—declaró la chica mientras jalaba al chico hacia la salida, de no ser porque sintió que el mismo se desprendió de su agarre, se confundió un poco y al voltear a ver al joven, no lo vio

   —¿Kuro?—Buscando entre la multitud—¿Kuro dónde te metiste?

A unos metros del mismo lugar, el castaño se escondía entre los estudiantes hasta llegar al portón de salida. Una vez fuera, no pudo evitar sentirse mal por lo que le acababa de hacer a su amiga. Su teléfono móvil comenzó a vibrar, eran mensajes de la pelinegra, Kuro suspiro con algo de pena y apago por completo el aparato

NO PERDERE ESTE NUEVO AMOR  (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora