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Sentada en el sofa se encontraba Yotsuba, se veia bastante alegre, al parecer esperaba a alguien
—Aqui tienes—dijo Kuro acercandose a ella con dos tazas de té
—Gracias—tomando una taza, el joven se sentaría a su lado
Se quedaron un momento en silencio viéndose fijamente, los dos se sonrojarian y se evadirian mutuamente
—¿como, como te sientes?—pregunto el chico con una sonrisa nerviosa— ¿Ya no te afecta lo de tu hermana?
Yotsuba siguió en silencio un momento, se formó una pequeña sonrisa en su cara al recordar a Futarou con su hermana, no era una sonrisa de lastima ni mucho menos fingida, era una sonrisa de paz y de felicidad también
—Han pasado casi 4 meses desde esa noche en el parque, pensé que nunca lograría salirme de ese hueco en el que estaba, y en el que sufría todos los días. . .
Volvió a quedarse en silencio, ahora su sonrisa se hizo un poco más grande, miró directamente a los ojos del chico
— ¿Que hubiese sido de mi, si no hubieses estado?—ahora sus labios temblaban y sus ojos se cristalizaban—Gracias por verme llorar, gracias por darme un abrazo y consolarme cuando más lo necesitaba, gracias por tratar de hacerme reír cada vez que podías, gracias por todas tus sonrisas, gracias por no haberme juzgado por nada. . .
Las lágrimas salieron de los ojos de la joven, lágrimas de felicidad
—Gracias por estar conmigo, ahora puedo decir con toda sinceridad y honestidad que me siento feliz por mi hermana
Sus palabras llegarían al corazón de Kuro conmoviendolo, causando que, sin querer, el derramará algunas lágrimas también. Yotsuba al verlo así no pudo contenerse, dejando a un lado la taza para abalanzarse a enrollar sus brazos en el cuello del joven abrazándolo fuerte, Kuro no fue ajeno a las emociones de Yotsuba en ese momento aceptando el abrazo con todo el gusto del mundo
—Puedes contar conmigo para lo que sea, siempre estaré contigo. . .
El pequeño corazón de Yotsuba no puedo evitar acelerarse al sentir el contacto con el joven, su cuerpo le transmitía una calidez algo placentera que hacia que solo deseara estar más tiempo con el así. . .
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—Kuro. . .¿Podrías prometerme algo?—montada en la espalda del chico, pregunto la joven con dulce voz
—¿Que podría prometerte?—confundido
—Podrías prometerme que pase lo que pase, nunca te alejaras de mi
El joven quedó en silencio para suspirar después
—Yotsuba, yo te prometo que pase lo que pase, nunca pero nunca me iré de tu lado— hablo sonrojado
El corazón de la joven se lleno de felicidad al escucharlo, sintiendo la necesidad de besarle, pero se contuvo haciendo reposar su cabeza en el cuello del joven
—¿Prometido?
—Prometido. . .
(Cambie un poco la escena para que no fuese tan larga)
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Limpiándose las lágrimas que aquellos recuerdos le causaban, Yotsuba volvía a dirigirse al departamento de su amado, se veía triste y desesperada. Subió las escaleras lo más rápido que pudo para llegar a su puerta, allí se detuvo, se quedó quieta un momento, suspiro y toco el timbre. Pasaron algunos segundos para que alguien abriera la puerta, y hay estaba él, tenía ya tiempo de no verlo a la cara, ahora estaba un poco más alto de lo que recordaba
