Seguía lloviendo en la ciudad, era una noche fría, en el departamento de las quintillizas ya la mayoría se habían ido a dormir, en la sala solo quedaban Kuro y Yotsuba
—¿Seguro que no quieres dormir conmigo?—pregunto la joven en pijama
—Si, estoy seguro— respondió
—No pienses que por dormir contigo me voy a sentir incómoda— reprocho— ¿o piensas hacerme algo?
se sonrojo al igual que el chico
—¿Que?, no, no, no como crees—se asusto— solo no quiero problemas con tus hermanas, en especial con Nino, sabes como se pone
La chica siguio insistiendole, al final indignada acepto dejar al chico durmiendo en la sala
—Esta bien— suspiro disgustada— entonces hasta mañana
Se acercó a Kuro para darle un abrazo, el cual el correspondió
—Descansa— le dio un pequeño beso en la mejilla
—Igualmente—separándose de Yotsuba
La joven fue apagar la luz de la sala mientras que el castaño se acostaba en el sofá, luego subió las escaleras, se quedaría un rato parada, suspiro decaída, en verdad deseaba dormir con Kuro
Se quedo unos 15 segundos más en silencio para luego seguir camino a su cuarto...
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Habrían pasado alrededor de 4 horas desde que todos se fueron a dormir, aún seguía lloviendo, hacía frío y esto no era desapercibido por el chico en la sala
—Debí aceptar la invitación de Yotsuba- pensó fastiado—Tal vez si me acomodo de otras formas puede que me duerma
Y así el chico comenzaría a posicionarse de formas diferentes; se hizo bolita, se torció, se hizo sushi con la cobija, y nada no podía dormir siguió por un rato hasta que se canso
—*... Debería ir al cuarto de Yotsuba*— lo pensó un poco, se sonrojaria, ya le daba pena ir a despertar a la chica a esas alturas de la noche
—*Ahora que me acuerdo, hace tiempo escuche que si no puedo dormir debo... ¡Bueno eso! Mi cuerpo se relajará y me dará sueño...*
Se agitó la cabeza, y se avergonzó de sí mismo
—*¡No eso no se puede hacer en casa ajena!*— se quedó en silencio— bueno ya no se que más hacer tocara esperar
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—Oye, oye
Se escucho en el silencio de la sala, haciendo que al chico casi le diera un paro al corazón
—¡¿Quien anda hay?!
Se levantó de golpe mirando hacia la obscuridad
—Hey, Tranquilo no alces la voz, se van a despertar mis hermanas—dijo la voz
El chico suspiro aliviado
—Casi me muero del susto— era una de las quintillizas, forzó su vista hacia la poca iluminación de la sala- Eres...— identifico una larga cabellera roja—Itsuki
—Así es soy yo— acercándose al sofá
—¿Por que estas despierta a estas altas horas de la noche?— pregunto
—Yo solo baje por un vaso de agua, la verdadera pregunta es ¿por que tú no te has dormido?— le hizo la pregunta al chico — frío me imagino
