rivers caminó a paso rápido hasta su casa sin la mínima intención de detenerse, se sentía demasiado avergonzada y expuesta. spreen tuvo que decirlo así, no frente a juan, mucho menos a la propia ari.
se quejó en voz baja, pensando en cómo haría para dar la cara al siguiente día.
-¡rivers!
ni siquiera se giró, siguió buscando en su mochila las llaves de su casa hasta que las encontró, ignorándola, no estaba lista para enfrentarla tan de repente, todavía no.
-sammy...
suspiró con cansancio al sentirla más cerca, cerró su mochila y la dejó a un lado de la puerta, dirigiendo su mirada a la rubia que no cambiaba su expresión tan desesperada cuando sus ojos se encontraron.
-ya lo sabía- dijo directamente y sin rodeos, confundiendola -sabía que estaba en medio de una absurda apuesta con todas tus tontas amigas.
-yo no quise...
-solo quería que me lo dijeras, que fueras sincera a pesar de que no significo nada- agachó la mirada, dejando que la tristeza llenara su pecho de manera inevitable.
-no sabía cómo hacerlo...no quería hacerte daño- trató de acercarse, pero rivers no se lo permitió.
-imagino que no- sonrió débilmente, cansada -dile a tus amigas que ganaste y déjame en paz.
ari no apartó la mirada de la más bajita, sintiendo su propio corazón romperse ante esas palabras. aceptando lo mucho que rivers le gustaba.
-a mi de verdad me gustas- confesó -no voy a mentirte, al inicio todo fue planeado, pero mientras más tiempo pasábamos juntas, yo..-
-no- negó con la cabeza, interrumpiéndola -realmente eres buena mintiendo, y ahora que sé todo esto, no necesitas llevarlo más lejos. tal vez les parezca divertido a ti a tus amigas hacer este tipo de cosas, pero eso es caer muy bajo, demasiado para chicas de último año como ustedes.
ari se mantuvo en silencio, dolida por la indiferente reacción a su confesión, y muy en el fondo, sabía que había sido su culpa.
-intenté seguirte la corriente porque también era divertido, pero terminé creyendo que era real...por eso, puedes decirles que ganaste- siguió hablando ante el silencio que se formó.
rivers, de manera indirecta, estaba confesando sus sentimientos, y aunque ari parecía no asimilarlo del todo, no sería tan idiota de decirlo directamente, eso sólo significaría darle más razones para seguir humillándola.
-lo siento mucho, rivers- dijo con honestidad la mayor, luciendo herida.
la castaña suspiró con tristeza, abrió la puerta con sus llaves y entró sin siquiera responder.
por lo menos la mentira había terminado.
ꪆ୧
al día siguiente, spreen llegó a la biblioteca con un perfecto discurso sobre como se disculparía con rivers por lo que le hizo debido a su poco control. desde que llegó, la chica había sido buena con él a pesar de que muchas veces se comportaba un tanto distante, incluso podía considerarla como un gran amiga, y haberla avergonzado con algo tan personal, lo hacía enfurecerse consigo mismo.
miró la hora en el reloj de su muñeca, ansioso. y como era costumbre, minutos antes de abrir la biblioteca, rivers apareció a través de la puerta, luciendo cansada y distante. la culpa lo golpeó, olvidándose de todo lo que debía decirle, volviendo a sentirse idiota.
-buenos días- saludó sin ánimos rivers, yendo directamente hacia los estantes de libros que debía acomodar sin detenerse a mirar a spreen.
-rivers- la llamó. la castaña se giró a mirarlo, expectante -rivers, de verdad no quise decir eso, es solo que ari me tenía cansado y no pensé en lo que dije. lo siento mucho, no quise lastimarte.
-si, no debiste decirlo- estuvo de acuerdo, asintiendo -fue imprudente e impulsivo de tu parte. pero está bien- suspiró, caminó hacia el escritorio para recostarse sobre este -estuve pensando sobre eso anoche y algún día tenía que terminar con todo de todas formas, ¿no?- rió a secas, escondida entre sus brazos.
-si hay algo que pueda hacer...
-no te preocupes, todo se acabó, es mejor así, de verdad estoy bien- levantó la cabeza, soltando un sonoro suspiro. claramente estaba mintiendo -¿y tú? ¿cómo vas con juan?
-está triste por lo de ustedes, y creo que también está decepcionado de mí.
-bueno, esto es muy malo, de seguro tampoco hablará con ari.
spreen se encogió de hombros y se sentó a su lado, perdido y sin rumbo.
-solo quiero que juan esté feliz de nuevo, ari tiene razón, mis amigos acabaron con él y no pude evitarlo.
-¿te gusta, cierto?
spreen asintió sin dudarlo, apartando la mirada con vergüenza.
-entonces recuperalo.
-¿cómo hago eso? de por sí no he podido ni siquiera reparar lo que mis amigos hicieron, y ahora con lo de anoche...de seguro no querrá hablarme nunca más.
-piensa un poco, spreen- lo miró con obviedad -conocer a juan no es difícil, el chico es un libro abierto de emociones y sé que lo sabes, deducir de qué manera podrías pedir perdón no es tan difícil.
rivers tenía razón, juan siempre fue muy directo con todo, nunca fue reservado en cuanto a sus gustos, y eso le dió una gran idea.
-sé como hacerlo.
ꪆ୧
ari no dejó de insistir en la puerta de su mejor amigo.
muy temprano en la mañana, fue directamente a casa de los guarnizo para hablar con juan, pero ya tenía ratos tocando la puerta de su habitación que estaba cerrada con llave, y estaba segura de que lo hizo para no dejarla entrar a ella en específico.
sabía que juan estaría muy molesto y decepcionado, nunca esperaría que ella hiciera algo como eso a nadie, especialmente porque juan solía ser demasiado bueno con las personas, y saber que había apostado algo tan grave con sus amigas, de seguro derrumbó toda la buena imágen que tenía de ella, y eso terminaba avergonzandola.
-juanito, solo abre la puerta y hablemos.
-¡no!- gritó desde el interior.
ari suspiró sonoramente y se sentó frente a la puerta, tomando la decisión de hablar desde ahí si no la dejaba entrar. rascó su brazo con un poco de frustración, sintiéndose todo en silencio.
-sé que estás decepcionado de mi... fue mi error apostar algo tan estúpido sabiendo que eso involucra sentimientos.
-fuiste una tonta, ¡eso no se hace!- volvió a regañarla al otro lado, más cerca de la puerta -¿y si hubiera sido yo? ¿te hubieras reído?
-no, hubiera matado al idiota...- volvió a suspirar -me equivoqué, estoy consciente de eso.
-díselo a rivers, te dije que no le hicieras daño.
-lo hice, pero ella cree que sigo mintiendo- recargó la frente en la puerta, mirando sus manos -pero no lo hago, de verdad me gusta.
unos segundos pasaron en total silencio, juan abrió un poco la puerta, viendo a su amiga sentada en el suelo con la mirada agachada. sintió un poco de tristeza por ella, porque al parecer, si estaba muy arrepentida.
-entra- dijo con voz neutra. ari hizo caso de inmediato -debes convencerla de que te gusta.
-no quiere ni verme.
-bueno...tendrás que insistir un poco y, aunque sé que lo odias, tendrás que escuchar mis consejos.
-ni hablar, tus consejos se basan en tus libros.
-exactamente- sonrió ampliamente, haciéndose una idea en su cabeza de cómo se vería ari actuando -no subestimes los poderes del cliché.
ari aceptó dudosa, pero estaba dispuesta a intentar lo que fuera con tal de que rivers volviera a hablarle.
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la librería ★ spruan
Fanfiction❛ 𝘀𝗽𝗿𝘂𝗮𝗻 | juan es el visitante más persistente de spreen, el bibliotecario. adapt ! ©minsungxhyunjin