◈Mordiendo la Manzana◈ Lucifer x Lectora

Cap 14 °La flor marchita°

El séptimo nivel del infierno parecía una pesadilla sin fin, y el miedo comenzó a apoderarse de mí cuando me di cuenta de cuán enorme era realmente todo el lugar, los valles eran enormes y llenos de criaturas. Agarré con fuerza mi cuaderno mientras en las hojas buscaba el mapa que había transcrito hace poco, sabía que la clave de nuestra búsqueda estaba en algún lugar de este paisaje infernal, pero encontrarla en medio de tal caos me estaba comenzando a afectar. Con una creciente sensación de inquietud, hojeé mi cuaderno y escaneé las notas que había tomado, las pistas para localizar el séptimo pecado capital sólo se podían encontrar en el mapa, necesitaba descifrar los símbolos y marcas crípticos del mapa.

Mientras contemplaba nuestros próximos pasos, Zaganor preguntó "¿Qué es lo que haremos ahora? ... ¿a dónde hay que ir?". Con ello le expliqué que nuestra mejor oportunidad era descifrar el mapa para localizar la ubicación del pecado capital. Sin embargo, Zaganor expresó "Este valle está habitado únicamente por aquellos culpables de pecados violentos, porque estaría aquí un alma llena de pereza cuando ellos son desterrados a otro nivel"

Mi mente se aceleró mientras recorría el mapa en busca de posibles pistas. Entonces, una chispa de esperanza se encendió dentro de mí. Noté una combinación específica de runas en el mapa: una que representa la muerte y otra asociada con la naturaleza, pero muerta. Se me ocurrió que estos símbolos podrían indicar la presencia del Valle de los Suicidas, donde las almas se transformaban en árboles torturados. La emoción me invadió mientras marcaba un punto en el mapa, convencida de que estábamos en el camino correcto.

"Chicos debemos ir al valle de los suicidas estoy segura de que debe estar por allí" Zaganor y Drazzor me miraron mientras comenzaban a caminar, como si hubiesen intentado ver alguna pisca de duda en mí, pero juntos caminamos en esa dirección y mientras avanzábamos por el paisaje infernal, nos encontramos con el horroroso Minotauro, aunque este estaba mientras destripaba a una de las almas condenadas. La espantosa visión provocó escalofríos por mi espalda mientras veía como los órganos de esa persona caían al suelo, pero seguimos adelante mientras intentaba no mirar demasiado y llamar la atención del minotauro. Al acercarse al Valle de los Suicidas, el aire se volvía pesado con los gritos angustiosos de los árboles atormentados. Era un lugar macabro e inquietante y en medio de la escena de pesadilla, mire las runas grabadas en los árboles, comparándolas con las del mapa, buscando desesperadamente una coincidencia que nos guiara más cerca de nuestro objetivo.

En medio del bosque de pesadilla del Valle de los Suicidas, finalmente encontré la runa que había estado buscando. Mi corazón se aceleró mientras me acercaba al árbol que llevaba el símbolo. Pero entonces, para mi sorpresa, el árbol se volvió para mirarme con una mirada inquietante y penetrante. Era como si el alma torturada viera completamente mi interior.

Tomando valor, me dirigí al árbol con una petición cortés pero urgente. "Disculpe", dije, "¿podría tocar la runa? ...es importante"

La respuesta del árbol fue inesperada "¿Estás viva? ...más tus amigos no" preguntó. Desconcertado, respondí afirmativamente moviendo mi cabeza.

La respuesta del árbol fue críptica pero intrigante. "Está bien... pero bajo una condición...no sé cuánto tiempo ha pasado, pero ya no recuerdo como es estar vivo...quiero recordar...quiero volver a sentir...anhelo vislumbrar el mundo exterior una vez más...solo una vez mas y si no puedo a través de mis ojos, podre a través de los tuyos"

Con un sentimiento de tristeza y empatía, comencé a pensar que es lo que podría hacer...y allí una cosa se me vino a la mente. "En los brazos del mundo encontramos nuestra gracia, un mundo de maravillas, un lugar sagrado, donde las montañas besan el cielo y los ríos cantan mientras fluyen. La belleza del mundo es clara, En cada paisaje, lejano y cercano, Desde los bosques profundos hasta los océanos. Pero la belleza no está sólo en la vista, está en los momentos, puros y verdaderos, en compartir...en sentir, aunque sea lo más mínimo una taza de café caliente, un dulce, las páginas de un buen libro, el olor a hierba, a tierra. El cálido abrazo del sol, un suave beso, Sus rayos de oro, pura dicha, Y en un abrazo, la magia del amor encontrada, En las manos entrelazadas, estamos sanos y salvos, sus sentidos para saborear, tocar y ver, las maravillas de la vida, compartidas en armonía"