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↣Kiara Evans↢

Que alguien me recuerde que no debo volver a beber absolutamente una gota de alcohol, porque mi cerebro empieza a funcionar inútilmente y no quiero hacer alguna estupidez de la que después me arrepienta. Como por ejemplo, coquetear con un camarero llamado Stephen, casi besar a Kaulitz –no estaba ebria, pero puedo fingir demencia y hacer como si nada– y medio confesar lo confundida que estoy. 

Estaba sentada sobre el sofá, un vaso con agua estaba en mi mano derecha y en la otra una pastilla para los fuertes dolores de cabeza. De no ser por Bill, estaría moribunda de ropa, cuando desperté tenía una camiseta negra y grande, con unos shorts, que no recuerdo haberme puesto, lo único que tengo es que cerré mis ojos en el auto de Bill mientras le contaba un poco de mi ligue con el camarero lindo. ¿Habré dicho cosas sin sentido? Estoy segura de que dije muchas, y algunas se me escaparon de más. Santo cielo, necesito seguir durmiendo todo el día, con las luces apagadas, porque mi vista no da más.


¿Por qué no deje que Tom me besara? Si era el momento perfecto para irme con él ¿Por qué le dije "Estoy saliendo con Bill"? Si todo esto es un plan para tener la atención que estoy viendo de su parte, para tener la atención de Morgan, que debo decir, no me está gustando para nada. ¿Será que mi hermana de verdad siente algo por Bill? Porque si no es así, quizá pueda intentar probar con otra persona...digo, solo para ver a mi pelinegro feliz de una vez por todas con alguna persona que de verdad lo ame.

¡Iugh! Odio tomar las pastillas, es un problema que me va a perseguir para todo el resto de mi vida, le tengo pánico a tragar un pedazo de medicamento. Siento que se me va a quedar en la garganta y me voy a ahogar, o peor, se va a disolver en mi boca y voy a vomitarla, dios mío, no puedo hacerlo.

Deje el vaso con agua y la pastilla, rendida ante mi miedo, observaba ambos objetos con atención y seriedad, una pastilla no puede conmigo, vamos, yo puedo con eso...¿O no? ¿Y si me queda trabada en la garganta? ¿Y si sabe mal? ¿Y si vomito? ¿Y si...

— ¡KIARA LA PASTILLA! —vocifero Bill desde la puerta de la cocina, haciendo que me sobresalte y salga de mis pensamientos. Me miraba se brazos cruzados, con las cejas fruncidas, apoyando su peso sobre el marco de la puerta.— ¡Vamos nena, toma la pastilla! —exigió esperando que obedezca. Pero negué con la cabeza como una niña caprichosa, negada a tomar un remedio.— No me obligues ir hasta ahí.—advirtió.

Uy si que miedo ¿Que va hacer? ¿Ponerse sobre mi y sostenerme los brazos para obligarme? Estoy temblando del terror...además ¿No había ido a preparar café? Que no joda, suficiente con mi pánico a las pastillas y los dolores de cabeza.

Me encogí de hombros, quitándole importancia a su advertencia.— Pues ven.—alcé las cejas, desafiante.

No creo que se corra de ahí y venga para acá, no puede hacer más que pedirme por favor, no va a hacer que tome un medicamento como los niños pequeños porque...¿A donde va? Oh, bueno, volvió a la cocina por los cafés, cobarde, no puede contra Kiara Evans, nadie puede con...¿Y ahora que? ¿Por qué camina así?

Bill venía hacia mi con una sonrisa muy grande dibujada en sus labios, caminando de una manera muy vaga y lenta, con una mirada desafiante, fija, firme, como si fuera a hacer lo que justamente dije que no haría.

Bien, admito que se lindo con esa mirada y sus manos en su cintura, con las rastas por encima de sus hombros, sin maquillaje y esa camiseta de mangas largas, color negra, con dos collares colgando de su cuello plateadas y ese piercing en su ceja, que...diablos ¿Por qué los Kaulitz tienen esa mirada tan hipnotizante? Son exactamente iguales para coquetear, solo que Bill es un poco más lento, pero equis.

𝘗𝘭𝘢𝘯 𝘥𝘦 𝘤𝘰𝘯𝘲𝘶𝘪𝘴𝘵𝘢; 𝖡𝗂𝗅𝗅 𝖪𝖺𝗎𝗅𝗂𝗍𝗓.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora