𝘗𝘭𝘢𝘯 𝘥𝘦 𝘤𝘰𝘯𝘲𝘶𝘪𝘴𝘵𝘢; 𝖡𝗂𝗅𝗅 𝖪𝖺𝗎𝗅𝗂𝗍𝗓.

10

↣Kiara Evans↢

El camino en la carretera fue silencioso, excepto para Bill y Tom, que se la pasaron hablando de que debían salir a comprar al centro comercial ambos, mientras tanto, Morgan y yo íbamos calladas que nunca.

Pero ¿Que se supone que iba a decirle? ¿Cómo empezaría una conversación con ella? Algo como..."¿Que tal tu y Tom?" no, definitivamente no. "¿Cómo vas con Devon?" Ehh, sueno como chismosa. "¿Sigues teniendo sentimientos por Bill?" Ay no, mejor me quedo con la boca cerrada y con las dudas en mi cabeza, no quiero saber nada de eso.

Estoy queriendo aclarar mi mente y mis sentimientos, pero con los dos hombres que están confundiéndome juntos, no puedo. ¿Cómo es posible que dos simples, jodidos y hermosos hombres, tengan mi cabeza por las nubes? Son los Kaulitz, es obvio que van a tener a cualquiera de esta manera, pero no específicamente así, es algo que me consume día a día, no saber a quien le pertenece verdaderamente mi corazón. 

¿Y si estoy enamorada de Bill? ¿Que debo hacer para darme cuenta? ¿Y si solo me atrae Tom? ¿Que carajos tengo que hacer? 

Por el momento, estoy casi segura, de que mis sentimientos hacía Tom están por esfumarse, y lo que siento por Bill es algo nuevo. Las mariposas o gusanos, lo que sea, en mi estomago cuando lo veo, la sensación de querer lanzarme sobre él y besarlo, querer tenerlo todo el tiempo cerca, el impulso y ansiedad de querer abrazarlo, los saltos que da mi corazón cuando hemos intentado besarnos. Diablos, estoy jodida.

— Mamá va a creer que son nuestras parejas.—dijo Morgan sacándome del laberinto que estaba creando en mi cabeza.

Fruncí el ceño.— ¿Qué? —.

— Va a pensar que Tom y Bill son algo como nuestros novios...—musito por lo bajo.

— ¿Y por qué debería importarle eso a Gladis? —el hecho de que no pudiera llamar mamá, a esa señora, era por el daño que me había causado en mi pasado, pero después de todo, sigue siendo familia.

La morena se encogió de hombros.— Es la primera vez que nos acompañan.—hizo un gesto de obviedad.

Razón no le faltaba, los Kaulitz solo conocían a Bruno y Nicolas, pero no a Gladis. ¿Debería preocuparme por eso? Definitivamente no, es mi vida y eso a esa señora no le incumbe.

[...]

La casa seguía siendo igual por fuera, lo único diferente era el color grisáceo que le habían dado a las paredes de adelante.

Trate de ignorar un poco el acercamiento que estaban teniendo Morgan y Bill, por lo que simplemente me acerque a la puerta con Tom detrás mío y toque el timbre esperando a que alguien abriera. No podía pasar por alto, que mi hermana sostenía el brazo del pelinegro de rastas, con mucha fuerza y una gran sonrisa coqueta en sus labios mientras hablaban de quien sabe que.

¿Celosa? Claro que no, solo tengo ganas de aplastar la cabeza de mi hermana contra la pared.

Empezaba a sentirme extraña, una presión en mi estómago mientras escuchaba como Bill reía por cada cosa que Morgan decía, como si todo le resultara gracioso.

Estaba por quejarme de una manera, poco respetuosa, por las risas de los dos, pero la puerta fue abierta, interrumpiendo por completo mi queja y la conversación de ambos, Tom solo estaba callado detrás de mi.

— ¡Vinieron! —la voz femenina, con un sentimiento de emoción en ese tono, era de Gladis, una morena de ojos marrones claros. Es por eso que digo que Morgan se parece a ella, son idénticas, creo que la genética pego en mi hermana muy fuerte.