𝐋𝐔𝐍𝐀 𝐍𝐎𝐕𝐀 - Khan × Heli

CAPÍTULO XI: Celo repentino.

Aún al despertar todo estaba borroso, sentía una presión dolorosa en el abdomen, además de que sus pantalones estaban húmedos, lo primero que pensó fue "me mié", no pudo tocar fondo de una manera más humillante.

— D-Dios... Cómo duele. — Se levantó con apenas dificultad, notando que la humedad no había salido de su erección matutina. — ¿Por qué huelo tan...? — olió el ambiente, no era del todo dulce pero sin duda era agradable.

La puerta se abrió mostrando una silueta conocida.

— ¿Mahan? — El pelirrojo de cabello atado se acercó, inhalando su aroma como si se tratase de una necesidad, Khan estaba demasiado confundido por aquella repentina acción hace tan solo unos días lo estaban evitando. — ¿Q-Qué estás haciendo? — El aliento del que llamaba su propio hermano estaba sobre su cuello, inhalando y tratando de devorar la piel de su cuello. — ¡Suéltame ahora mismo!

— ¿Desde cuándo hueles tan bien...? — No estaba borracho, no olía alcohol. Mahan tenía una fuerte necesidad por devorar todo lo que Khan mostraba ante sus ojos, su cuello expuesto llamaba a ser marcado, su cabello plateado... Era simplemente irresistible.

— ¡Mahan, suéltalo, idiota! — Su hermano de lentes había aparecido, junto a dos... ¿Vampiros? ¿Qué demonios hacían el novio de Enzy y el muchacho de cabello morado ahí mismo? — ¿¡Qué carajos te pasa?! — Podía sentir el aroma embriagante del Licántropo, lo primero que se le vino a la mente fue "está en celo".

— Es que huele tan- — Una bofetada hacia el se hizo presente.

— Compórtese chamaco calenturiento. — El menor de los presentes, Noa, lo había hecho. Solon tenía miedo de que se intentará pelear con el ahí mismo, insistió en venir debido a la energía oscura que veía alrededor del platinado. — disculpa. — Miró a Khan, no se veía en un buen estado, pero debido a la reacción que había tenido Mahan simplemente cerró la puerta con fuerza. — ¿Me pueden explicar que carajos está pasando? No hablo idioma lobo.

Noa no solía insultar o siquiera hablar, pero ver aquella nube de oscuridad en toda la habitación lo hacía temblar de miedo.

Todos tenemos una parte oscura en nuestro interior, Noa la podía sentir a la perfección cuando veía a alguna persona: Podía controlar la oscuridad pero sentía la oscuridad del interior de cada persona, la oscuridad que rodeaba a Khan lo aterraba, porque era ajena a el, como una maldición.

— Muy bien, Mahan, danos una explicación a lo que pensabas hacerle a Khan. — Enzy se mostraba bastante enojado ante aquel repentino comportamiento, todos tenían reglas bien establecidas para los celos de sus compañeros: ir a la habitación de "emergencia" y notificar por el grupo, si alguno notaba un aroma extraño igual avisar a todos. No entendía porque el posible celo de Khan le había causado ese efecto a Mahan.

— Es que huele... Tan bien, tal y como una hembra en celo, dios. — Cubrió su cabeza, estaba muy abrumado, apenas estaba cayendo en cuenta de que si no hubieran llegado a tiempo hubiera hecho algo terrible. — también, estaba tan húmedo que solo quería-

— ¿Húmedo?

Enzy trató de atar los cabos de la situación, durante el celo lo único que sucedía realmente era que se ponían más violentos (y cachondos, obviamente), por eso el aislamiento, pero Khan se veía... Vulnerable. Realmente agradecía tener una pareja en ese momento, ya que si no, seguro hubiera estado en una posición similar al pelirrojo, que solo rogaba disculpas frente a la habitación del platinado.

En la mesa, los lobos y Solon discutían el caso de Khan.

— ¿Qué podemos hacer? Tal vez su cuerpo se dañó, hace días estaba oliendo realmente mal. — Comentó Najak, ganándose una expresión de enojo por parte de la parejita.

— Tal vez es hermafrodita o algo así y nunca nos lo dijo- — Rusllan realmente estaba tratando de proceder todo, el también había sentido ese aroma.

— Yo les puedo confirmar que eso no es cierto. — Agregó Tahel, ganándose expresiones de confusión. — ¡Es mi hermano, por dios! ¿Nunca se han bañado juntos? — Todos negaron. — Que raros, pero no, Khan es... Cómo todos aquí ahí abajo, lo vi con mis propios ojos. — Noa bajó la mirada, ocultando una pequeña incomodidad escondida en su garganta.

Realmente era extraño con el orgullo que lo decía.

El pelimorado solo estaba sentado, atento a aquella brama de oscuridad en la habitación del Licántropo, extrañamente la energía parecía tener la esencia de... ¿Sooha?