CAPÍTULO XVIII: Más allá.

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Tan pronto entro a su hogar recibió las miradas atónitas de sus hermanos, el primero en preguntar fue Najak, al notar un olor diferente sobre el. No era asqueroso, ni adictivo, también estaba mezclado con la esencia del vampiro azabache.

Fueron dos días, un celo común dura de tres a una semana ¿Estaría todo bien? Le preocupaba que haya sucedido algo no consentido, con la mirada examinó el lenguaje corporal de Khan, nada parecía fuera de lo normal más que su andar ligeramente torpe.

— Oh, volviste ¿Te sientes mejor, terminó tan rápido? — el Licántropo asintió. — que suerte. — Enzy sonrió, el no tenía ese problema totalmente. Sus celos los pasaba junto con Solon, además, gracias a su unión las fechas se juntaban y cuatro días cada tres meses ambos se unían en un acto lujurioso y romántico para nada silencioso, los hermanos del híbrido podían confirmarlo, pero ver aquellos ojos bicolor rogando por más era más que suficiente para disfrutar cada segundo con el.

— Oye ¿y el hermano de cabello morado? — Dos de los menores se acercaron peligrosamente, observando con atención al peliplateado confundido. — El de ojos verdes, que es alto.

— ¿El chico lindo? — Preguntó Luka desde la cocina, también acercándose con curiosidad.

Ninguno de los demás lobos entendían el motivo del interés de esos tres por ese vampiro en específico, no era el más lindo, simplemente era callado y algo tímido.

— Ahm ¿Noa? — No se le olvidará ese nombre, pues ese chico era de los más agradables de la casa, simplemente existe y ayuda en lo que puede, aunque su torpeza le suma ternura. — ¿Qué tiene el hermano menor de Hel-

— ¿Está soltero?

— ¿Sabes si le interesan los chicos?

— ¿Qué cosas le gustan?

— ¡Su comida favorita!

Entre Luka, Camill y Tahel se comienzan a agarrar del cabello con tal de escuchar todo sobre el hermoso vampiro, Khan ríe nervioso y los pasa por alto, solo quiere descansar.

— Las hormonas de estos niños se están disparando... — Bromea Louis, el tiene la misma edad, pero simplemente le da igual. Además, ver a Luka actuando así le parece gracioso. — Mahan ¿Crees que debamos cortarles las campanitas?

Retirándose lo más disimulado, camina a la habitación. Ya se acostumbró a estar encerrado, pero hay algo que falta.

Heli... — Le sale con tanto amor que lo asusta ¿Cómo puede desearlo tanto? Revive los momentos de la noche, como comenzó a tocarlo con suavidad, experimentando con su boca, sus dedos, su lengua era una maravilla. — Oh, Heli... ¿Por qué me gusta tanto llamarte?

No está en celo, simplemente está caliente. Baja su mano y la mete en sus pantalones, se toca, bombea de arriba a abajo, complaciendo su extensión expuesta. Quiere el frío aire en su piel y muerde la camisa para levantarla y de paso, guardarse sus gemidos, esos solo con para el vampiro.

¿Así nada más? La mano no le es suficiente y un capítulo se reproduce en su cabeza, transportandolo a ese momento.

«— ¿Haces mucho ejercicio, no? — le preguntó Heli.

— Si, bastante, me gusta estar en forma. Salgo a correr todos los días, nado y uso el gimnasio de la escuela por dos horas. — La mirada ámbar del chico estaba pasmada en su cuerpo, pero en específico, en sus pectorales. Son grandes, voluptuosos. Ante cada movimiento, rebotan, y el hecho de que el pezón sea ligeramente grande y con un agradable color rosado los hace apetecibles. — ¿Tienes hambre?

Le preguntó con una sonrisa juguetona, el le respondió de la misma forma. — Si, deseame "buen provecho"».

Volviendo al presente, Khan acaricia aquellos botones con suavidad, le gusta como se siente, pero nada se compara con la boca de ese chico que no sale de su mente. Solo pasan unos segundos más para que finalmente se manche a sí mismo de su fluido.

— Carajo...

Se recostó, tenía pereza de limpiarse, así que solo se tapó con la cobija y comenzó a cerrar los ojos, esa paja había sido de las mejores de su vida. Mucho mejor, mientras el venía a su mente.

¿Por qué el...? Habiendo tantos hombres, vampiros, lobos. — Ya no lo puede negar, le gusta más de lo normal. — quisiera una respuesta concreta.

¿Es solo su corazón estúpido? ¿O realmente estaba destinado a sufrir por amor? Increíble, repitió lo mismo que paso con Sooha, solo que ahora se le pasó la mano.

Cerró los ojos, evitando llorar. Las pequeñas gotas saladas que caen por su mejilla llaman a aquella presencia que lo hace sentir cómodo, el padre de todos los licántropos.

«— Pronto lo sabrás, hijo mío.»

𝐋𝐔𝐍𝐀 𝐍𝐎𝐕𝐀 - Khan × HeliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora