𝐋𝐔𝐍𝐀 𝐍𝐎𝐕𝐀 - Khan × Heli

CAPÍTULO XXII: Solo si dices que sí.

La explicación de Khan ante las autoridades escolares respecto a las faltas que cometió, fue una dolorosa fiebre que no podía controlar por nada. Tres días desde aquellas noches en las que lloraba como un cachorro abandonado, sin embargo, había preferido quedarse en casa aquel día, una especie de dolor abdominal lo estaba cobijando, como si lo hubieran golpeado en la zona del vientre.

Bajó las escaleras, ni se digno en vestirse bien, sin camisa, en unos miserables bóxers que no le daban el largo. Pero estaba solo en casa, adormilado y en su último día de descanso. Mañana a la rutina, entrenamiento, clases y partidos.

— Me voy a comer un pan, es demasiado tarde para algo pesado y necesito... Algo dulce. — Abre la alacena, encontrando aquella bolsa con rebanadas de pan de caja, le dió una pincelada de mermelada y otra de crema de cacahuate paro después llevárselo a la boca. — ¡Ay, me moría por uno de estos!

— Eso no es un desayuno completo, Khan. — El tono dulzón y juguetón a sus espaldas lo hace pasarse todo el pedazo en su boca de una calada, comenzando a toser por el ahogo causado por la visita.

— ¡Carajo, Heli! — Reclama tomándose un vaso con agua para pasarse cualquier cosa, aunque la tos no se iba. — ¿Qué haces aquí, como entraste? — tiene demasiadas preguntas en el mismo momento que apenas puede procesar que no está presentable en lo absoluto.

— Primero que nada, buenos días. Ahora sí. Vine para verte, necesitaba verte, he sabido tan poco de ti últimamente... Me hace falta verte, abrazarte, besarte, tocarte. — Sin evitarlo en lo absoluto, su mano se pasa por la mejilla contraria, elevando la cabeza y disminuyendo la cercanía para quedar tan cerca como puede de el. — Khan, me haces falta.

¿A qué venía todo esto? Heli se veía genuinamente necesitado y desesperado, paso su mano por el abdomen contrario, totalmente expuesto y parecía querer vagar de más, cruzándose por su pelvis y después, pasándose a su espalda baja.

— Heli, si mis hermanos llegan... — habla con pesadez cuando la piel de la mano contacta contra una zona "prohibida". — Te van a desmembrar vivo. — la mirada del licántropo se abre de más cuando una intromisión sin previo aviso llega a su cuerpo. La sensación no tiene precio, pues genuinamente, disfruta de la atención que Heli le brinda en la condición que está. Estar a cargo de ocho chicos de su misma edad es una presión que está todos los días sobre sus hombros, cuando Heli lo trata así, como si al más mínimo roce bruto se fuera a romper, no evita temblar con un bulto de mariposas en el estómago.

— Voy a correr el riesgo, porque mi cuerpo te ha estado llamando desde hace mucho. — Susurra en su oído y decide seguir con el movimiento que ahora mismo tiene a su amado temblando. Sus dedos se enroscan y sueltan, se adentran y después salen para acariciarlo parcialmente alrededor. — Incluso... Te he soñado, he soñado tanto contigo. Te sueño en el baño después de haberme colado en tu cama y no puedo evitarlo. — La pesadez de ambos pulsos ahora juntos por la cercanía del reclamo de ambos cuerpos no hace más que inundar la cocina de ruidos obsenos.

El choque agudo de las dos pieles, la voz de Khan agudizada llamando al nombre del amante y Heli suspirando el nombre del suyo. Qué con las garras de fuera y un par de orejas colándose en su cabello, ahora mismo era más bestia que hombre.

— ¡H-Heli... Heli...! — Lo llama durante el rebote de su cuerpo, el amargo recuerdo de su cuerpo ahora mismo es ignorado por su cuerpo y realmente disfruta como penetra sus entrañas en el más delicioso de los sentidos.

— Khan, baja la voz. — Pero Khan gime aún más fuerte para molestarlo. Causando que el ritmo que ya llevaban, se volviera aún más feroz.

La obviedad después del acto es demasiado obvia, Khan tendido sobre la mesa del comedor, lo suficientemente agotado como para balbucear y temblar de la parte inferior de su cuerpo. Heli, en cambio. Está limpiando lo más rápido que puede para que ninguno de los integrantes de la manada de Khan lo vaya a despojar de su capacidad de procrear.

— Hey, H-Heli... — Lo llama su amante... Le duele pensar así de el, porque hay tantas cosas que no son solo carnales que le despierta la única presencia de aquel licántropo. — ¿Has tenido sueños raros? — una alerta despierta en su mente, pues... Si, los había tenido. — Bueno, además de los que implican que estoy en tu cama. — bromea y vuelve a su seriedad habitual, estira su espalda y se sienta para verlo a los ojos, ahora llevando su gabardina de Decelis como unico vestuario para protegerlo de la desnudez.

— Bueno, de hecho si. Con... Mi otra vida, mi vida pasada. Cuando era caballero de Selen, pero todo es tan diferente a lo que me han contado, porque en esos sueños estoy con... — Y entonces vuelve el recuerdo de aquella voz, suave y masculina, el aroma a hierba fresca inundando sus fosas nasales. — Alguien como tú.

Khan se pone totalmente rojo cuando los peligrosos labios del vampiro aprisionan a los suyos. — Yo también he soñado similar, cómo si estuviéramos juntos durante mi sueño, bailamos y lo hicimos, pero al final... Siempre acabas conmigo. — añade con un tono firme, ahora también, triste.

— Es justo así, pero si fuera hoy mismo lo que soñaste, lo único que quiero que te duela es la sensación de mis colmillos en tu piel. Solo si me permites beber de ti. — Añade, volviendo a sus labios y al fogoso sentimiento que ambos se daban. — Por favor dime qué si. — una carcajada de le escapa a Khan por el tono más agudo y tierno con el que Heli soltó aquella petición.

— Pero en mi habitación, ya debe ser hora de que los demás lleguen. Ahí podemos, entendernos un poquito más.

Ambos sonrientes se fueron a hacer de las suyas en un espacio más cómodo, pero... La misma oscuridad que perseguía sus sueños pronto podría tomarnel control de aquella aventura que se estaba formando entre los dos.